En la época en que se estrenó esta película no fue buena para el western, ya que numerosos fracasos que resultaron caros, los estudios vendió el género al horroroso territorio de la serie B. John Ford llevaba una larga temporada sin hacer una del oeste cuando usó a John Wayne en una historia sobre un viaje en diligencia a través del peligroso territorio de los apaches. En un frustrado intento de darle la historia a Selznick, Ford calificó "La diligencia" de western clásico, superior a los de serie B que Wayne hacía en el pasado. La superioridad de esta película quería demostrar que tenía que ser atractiva para el público femenino. Así que Ford y el guionista añadieron al relato de Ernest Haycox una "love story" más desarrollada y el nacimiento de un nuevo pasajero. Selznick pasó al final de producirla. "La diligencia" no escatima los alicientes más tradicionales del western. En el final abunda la acción, pero durante todo el metraje se presenta la drama. La película lanzó a John Wayne al estrellato al interpretar a Ringo Kid, un pistolero con deseos de venganza, Ford retrasa su aparición para explorar más las características peculiares de los otros pasajeros. La interacción de este grupo permite a Ford hacer mella en uno de sus temas favoritos, la superioridad de cualidades morales de aquellos a quienes tildan la sociedad respetable.
"La diligencia" fue el primer film que John Ford rodó en su amado Monument Valley, ya sabéis el famoso paisaje de altos cerros de arenisca entre Utah y Arizona. Cuando la diligencia corre por el desierto inmenso, la cámara subraya por partida doble la fragilidad de sus ocupantes al enfocar sobre un grupo de indios apache que la visualizan. Ford no se esfuerza en presentar a los indios como individuos, son solo fuerzas naturales. Los buenos resultados que dio en taquilla esta buena y sencilla historia "sobre cuatro ruedas" contribuyeron a que los principales estudios reinventaraan el magnífico género del western.