Vista la película y tras varias horas dándole vueltas puedo decir que es un film aparente sencillo y veraz. Y aunque tiene un ritmo reposado y suceden cosas, estas son muy cotidianas. El comienzo es impactante y termina por ser el epilogo; resulta muy alegórico. No es una peli para todos los públicos, es muy intimista y posiblemente el espectador que busque acción o situaciones que dan muchos giros a sus vidas, mejor que se abstenga. Como películas de referencia nombraría títulos como "Verano del 93" (misma productora), "La virgen de agosto" y "Los días que vendrán". Andrea Fandos es muy cautivadora y es el foco de atención en todo el metraje, vuelve a estar magnifica tras "La comulgante". La directora Pilar Palomero quiere meterse tanto en la acción de la protagonista que utiliza mucho primer plano para seguir su trayectoria. Con Natalia de Molina me he llevado una gran sorpresa, es más secundaria y apoya correctamente como madre, aunque en este caso con un personaje más frío de lo que estábamos acostumbrado a ver.
Para mí, lo mejor es el climax y las referencias que se dan a esa época que se evoca incluida su banda sonora. Un fiel retrato a una generación que vivió en Zaragoza en 1992.
Mi reflexión es: cómo hemos cambiado como sociedad desde un pasado tan reciente, en el que yo también fui a un colegio religioso.
Y aunque sus apariciones son testimoniales siempre me alegro de ver en pantalla a actores y actrices aragoneses como Maite Sequeira, Laura Gómez-Lacueva, Leonor Bruna, Mariano Anós Lafuente, Eva Magaña o Alvaro de Paz. También a Francesca Piñon recordada por "El ministerio del Tiempo" y a la siempre entrañable Amelia Rius.
Cine intimista con miradas, silencios y diálogos que hay que escuchar con atención...