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Voto de NandoGuerraR:
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75.631
Comedia. Drama
Después de hacerse famoso interpretando en el cine a un célebre superhéroe, la estrella Riggan Thomson (Michael Keaton) trata de darle un nuevo rumbo a su vida, luchando contra su ego, recuperando a su familia y preparándose para el estreno de una obra teatral en Broadway que le reafirme en su prestigio profesional como actor. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el reinado de los blockbusters, los efectos especiales y las estrellas de revista, el arte ha sido relegado de los cinemas por las grandes proezas de los productores de tales películas en condensar tanto ruido en 2 horas de adrenalina y millones de dólares en taquilla. Este arte, que es la esencia del cine, aún no tiene probabilidades de extinguirse a pesar de la posición de segundo plano en la que se encuentra, vivirá siempre por la apreciación de todas aquellas personas que disfrutan de diálogos, de tramas elaboradas, de manejos de cámara y fotografía impecables, entre tantas otras cosas que se pueden analizar de una producción audiovisual. Y está destinado a morir en ese mundo de las filas afuera de las salas de cine con asientos que se mueven y pantallas extragrandes, los productos del merchandising y el entretenimiento momentáneo del consumista promedio. La intención de esto no es hablar desde una especie de superioridad moral señalando que este cosmos de las superproducciones cinematográficas está mal, lo hermoso del séptimo arte es que es para todo tipo de público, y una pieza puede causar en el espectador desde una simple aceleración momentánea de su ritmo cardiaco hasta una reflexión transformadora de vida.
Birdman no es ni lo uno, ni lo otro; es una obra de teatro, un reproche visual a la industria actual del cine, una exposición de arte. De ese arte indescifrable que son los sentimientos y las relaciones conflictivas propias de nuestro carácter humano, por eso es tan difícil hacer una crítica que abarque toda la temática que en ella se presenta directa o indirectamente. Para empezar con esta ardua tarea hay que decir que la película está dirigida y producida por el hombre del momento, ganador de dos Oscars consecutivos por mejor dirección, Alejandro Gonzales Iñárritu. Este director a diferencia de algunos como Nolan o Tarantino , no tiene un estilo definido o predecible de hacer películas, es versátil, y te puede mostrar una radiografía de la sociedad mexicana a través de historias cruzadas en el espectro temporal, como en su opera prima: Amores Perros (2000), la odisea de un aventurero del siglo XIX acompañada de una excelsa dirección fotográfica en The Revenant (2015), o Birdman, todas nominadas al premio de la academia y muy bien puntuadas por la crítica.
Pero, ¿de qué trata esta película?, a grandes rasgos Birdman o la Inesperada Virtud de la Ignorancia en español, trata sobre Riggan Thompson (Michael Keaton), un actor de cine que después de su rol como superhéroe hace 20 años se encuentra en decadencia y quiere volver al medio a través de una obra de teatro en Broadway, mientras intento esto se van mostrando las relaciones conflictivas principalmente entre este personaje con su alter ego (el superhéroe Birdman), su hija drogadicta (Emma Stone), y su nuevo compañero de escena Mike Shiner (Edward Norton), además de todo la presión que tiene encima para encajar en el nuevo mundo de las redes sociales y la crítica.
Dentro de los tantos aspectos que se pueden resaltar de este film, debemos empezar por la actuación superlativa de sus personajes principales, cada uno de ellos desarrollando su propio conflicto, dándole estos el contenido a la trama; en esta ocasión Michael Keaton hace el papel de su carrera, interpretando a un actor en declive que decide apostarle todo a una obra de teatro basada en un cuento de Raymond Carver que parece ser una versión deformada de su vida, se le ve bien actuando dentro de la obra pero solo en las situaciones de la “vida real” es donde sobresale. Además de esto, con notable versatilidad logra lidiar con todas las situaciones de presión a la que está sometido, manteniendo al espectador pendiente de cómo reaccionará, la constante tensión de una explosión inminente es uno de los grandes logros de la película y esta idea es reforzada por sus caracteres de reparto, empezando con Emma Stone con una actuación imprescindible y un par de líneas memorables acentuadas con un primer plano que suscitan una profunda reflexión sobre dos de los subtemas de la película: la relación padre-hija, y el rol de las redes sociales en el nuevo mundo de la fama.
También son notables las performances de Zach Galifianakis, como el mejor amigo y abogado de Riggan, demostrando que puede hacer otros personajes distintos a los de cómico descontrolado como nos tenía acostumbrados; la de Edward Norton, que se escuda en su insolencia lidiando con problemas de disfunción eréctil, y volviéndose impredecible tanto para el staff de la obra de teatro dentro de la película, como para el espectador de afuera de la pantalla. Finalmente merece reconocimiento la interpretación realizada por Naomi Watts, haciendo las veces de una actriz en el génesis de su carrera, que siempre soñó con hacer parte de una obra en Broadway y no dejará que nada ni nadie se interponga en su cometido, en especial su amante Mike Shiner. Sin duda un cast sobresaliente completado con Amy Ryan y Andrea Risoborough, interpretando a la novia y a la ex esposa de Riggan respectivamente.
En este orden ideas, cabe resaltar algunos datos curiosos con respecto al reparto de actores, y es su semejanza con los personajes a los que interpretan, dándole el toque de naturalidad pretendida por el director, no hay nadie mejor para interpretar a un actor descartado con un solo papel importante de superhéroe que Michael Keaton que es principalmente reconocido por su papel protagónico en Batman de Tim Burton, y está en busca de volver a las primeras planas del medio, o quién mejor que Edward Norton con toda su mala fama para hacer el rol de un actor de difícil manejo dentro de sus obras. Es un acierto total del equipo de producción de la película la elección de estos actores, quizás tomando como referencia al director francés Jean-Luc Godard que era reconocido por esta práctica, además del claro homenaje que le realizan en lo respectivo al diseño de los créditos iniciales a su película Pierre Le Fou (1965).
Birdman no es ni lo uno, ni lo otro; es una obra de teatro, un reproche visual a la industria actual del cine, una exposición de arte. De ese arte indescifrable que son los sentimientos y las relaciones conflictivas propias de nuestro carácter humano, por eso es tan difícil hacer una crítica que abarque toda la temática que en ella se presenta directa o indirectamente. Para empezar con esta ardua tarea hay que decir que la película está dirigida y producida por el hombre del momento, ganador de dos Oscars consecutivos por mejor dirección, Alejandro Gonzales Iñárritu. Este director a diferencia de algunos como Nolan o Tarantino , no tiene un estilo definido o predecible de hacer películas, es versátil, y te puede mostrar una radiografía de la sociedad mexicana a través de historias cruzadas en el espectro temporal, como en su opera prima: Amores Perros (2000), la odisea de un aventurero del siglo XIX acompañada de una excelsa dirección fotográfica en The Revenant (2015), o Birdman, todas nominadas al premio de la academia y muy bien puntuadas por la crítica.
Pero, ¿de qué trata esta película?, a grandes rasgos Birdman o la Inesperada Virtud de la Ignorancia en español, trata sobre Riggan Thompson (Michael Keaton), un actor de cine que después de su rol como superhéroe hace 20 años se encuentra en decadencia y quiere volver al medio a través de una obra de teatro en Broadway, mientras intento esto se van mostrando las relaciones conflictivas principalmente entre este personaje con su alter ego (el superhéroe Birdman), su hija drogadicta (Emma Stone), y su nuevo compañero de escena Mike Shiner (Edward Norton), además de todo la presión que tiene encima para encajar en el nuevo mundo de las redes sociales y la crítica.
Dentro de los tantos aspectos que se pueden resaltar de este film, debemos empezar por la actuación superlativa de sus personajes principales, cada uno de ellos desarrollando su propio conflicto, dándole estos el contenido a la trama; en esta ocasión Michael Keaton hace el papel de su carrera, interpretando a un actor en declive que decide apostarle todo a una obra de teatro basada en un cuento de Raymond Carver que parece ser una versión deformada de su vida, se le ve bien actuando dentro de la obra pero solo en las situaciones de la “vida real” es donde sobresale. Además de esto, con notable versatilidad logra lidiar con todas las situaciones de presión a la que está sometido, manteniendo al espectador pendiente de cómo reaccionará, la constante tensión de una explosión inminente es uno de los grandes logros de la película y esta idea es reforzada por sus caracteres de reparto, empezando con Emma Stone con una actuación imprescindible y un par de líneas memorables acentuadas con un primer plano que suscitan una profunda reflexión sobre dos de los subtemas de la película: la relación padre-hija, y el rol de las redes sociales en el nuevo mundo de la fama.
También son notables las performances de Zach Galifianakis, como el mejor amigo y abogado de Riggan, demostrando que puede hacer otros personajes distintos a los de cómico descontrolado como nos tenía acostumbrados; la de Edward Norton, que se escuda en su insolencia lidiando con problemas de disfunción eréctil, y volviéndose impredecible tanto para el staff de la obra de teatro dentro de la película, como para el espectador de afuera de la pantalla. Finalmente merece reconocimiento la interpretación realizada por Naomi Watts, haciendo las veces de una actriz en el génesis de su carrera, que siempre soñó con hacer parte de una obra en Broadway y no dejará que nada ni nadie se interponga en su cometido, en especial su amante Mike Shiner. Sin duda un cast sobresaliente completado con Amy Ryan y Andrea Risoborough, interpretando a la novia y a la ex esposa de Riggan respectivamente.
En este orden ideas, cabe resaltar algunos datos curiosos con respecto al reparto de actores, y es su semejanza con los personajes a los que interpretan, dándole el toque de naturalidad pretendida por el director, no hay nadie mejor para interpretar a un actor descartado con un solo papel importante de superhéroe que Michael Keaton que es principalmente reconocido por su papel protagónico en Batman de Tim Burton, y está en busca de volver a las primeras planas del medio, o quién mejor que Edward Norton con toda su mala fama para hacer el rol de un actor de difícil manejo dentro de sus obras. Es un acierto total del equipo de producción de la película la elección de estos actores, quizás tomando como referencia al director francés Jean-Luc Godard que era reconocido por esta práctica, además del claro homenaje que le realizan en lo respectivo al diseño de los créditos iniciales a su película Pierre Le Fou (1965).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El tema principal de la película, se podría decir que es el problema de identidad del personaje principal y su voluntad de lograr reconocimiento a pesar de la presión que le traen ciertas relaciones conflictivas, por ejemplo la que tiene con su hija por sus problemas de drogadicción, con su ex esposa por su lo traumático de divorcio, con su novia, con su co-estrella, y principalmente con su alter ego Birdman que constantemente le habla induciéndolo a ser más osado. Todo lo anterior es solo la excusa para mostrarnos una gama de subtemas que van encaminados a hacer reflexionar al espectador, como la función de las redes sociales en la modernidad, esto desarrollado por los reclamos de su hija; el cuestionamiento a la industria cinematográfica de Hollywood con sus películas de superhéroes y acción, llevado por este pajarraco en el hombro de Riggan que le pide constantemente al protagonista la vuelta al ruedo ante los intereses de la masa consumidora; una acusación voraz al rol del crítico de cine dentro del campo de producción de obras visuales, personificado en los enfrentamientos que tiene con la critica que evaluará la obra de teatro.
En cuanto al desarrollo de la película se puede afirmar que Birdman está dividida como una obra de teatro, con dos partes separadas por un intermedio ubicado en la hora y cuarto de película con el enfoque largo de un pasillo, que separa la primera y mejor parte de la película donde se presentan todos los conflictos entre personajes, de la segunda, que aunque parece a veces salírsele de control al director, logra cerrar todo con una especie de final feliz. En orden de ocurrencia, la primera escena donde aparece Riggan levitando y luego haciendo videollamada con su hija nos presenta muchas de las cuestiones que desarrollará la película: el enigma sobre si este personaje tiene o no poderes, el vínculo problemático con su hija y todo lo que está en juego con su obra de teatro. Después de una primera parte muy enérgica, el clímax llega después de que el protagonista toca fondo y parece por fin aceptar su condición de superhéroe. Finalizando con la escena de Riggan aparentemente volando mientras su hija lo observa maravillada; el significado de este final debe quedar a consideración de cada quien, si Riggan tenía poderes o no, o si eso representa la anhelada redención del mismo, no podemos asegurarlo con certeza, solo podemos decir que ahí se cierra satisfactoria mente una obra completa y compleja que podríamos ubicar en la postmoderna que cuestiona esos relatos tradicionales y le da protagonismo a la virtud de la subjetividad, o de la ignorancia, como lo consagra el titulo alternativo de la película, haciendo referencia al título de la editorial publicada por la crítica del Times, más específicamente al potencial del protagonista, y a la superación de sus etiquetas de actor en decadencia -representado por su acompañante- a través de su perfomance en la obra.
En cuanto al desarrollo de la película se puede afirmar que Birdman está dividida como una obra de teatro, con dos partes separadas por un intermedio ubicado en la hora y cuarto de película con el enfoque largo de un pasillo, que separa la primera y mejor parte de la película donde se presentan todos los conflictos entre personajes, de la segunda, que aunque parece a veces salírsele de control al director, logra cerrar todo con una especie de final feliz. En orden de ocurrencia, la primera escena donde aparece Riggan levitando y luego haciendo videollamada con su hija nos presenta muchas de las cuestiones que desarrollará la película: el enigma sobre si este personaje tiene o no poderes, el vínculo problemático con su hija y todo lo que está en juego con su obra de teatro. Después de una primera parte muy enérgica, el clímax llega después de que el protagonista toca fondo y parece por fin aceptar su condición de superhéroe. Finalizando con la escena de Riggan aparentemente volando mientras su hija lo observa maravillada; el significado de este final debe quedar a consideración de cada quien, si Riggan tenía poderes o no, o si eso representa la anhelada redención del mismo, no podemos asegurarlo con certeza, solo podemos decir que ahí se cierra satisfactoria mente una obra completa y compleja que podríamos ubicar en la postmoderna que cuestiona esos relatos tradicionales y le da protagonismo a la virtud de la subjetividad, o de la ignorancia, como lo consagra el titulo alternativo de la película, haciendo referencia al título de la editorial publicada por la crítica del Times, más específicamente al potencial del protagonista, y a la superación de sus etiquetas de actor en decadencia -representado por su acompañante- a través de su perfomance en la obra.