Un buen thriller francés que no quiere grandes aspiraciones ni las necesita. Es un film correcto que entretiene y sabe que está creado para entretener, por lo que el director hace muy bien en no añadirle florituras grandiosas o cosas por el estilo que estamos acostumbrados en ver en los thrillers americanos. La trama comienza con una matrimonio feliz y su hijo pequeño, pero todo se verá truncado cuando en un asesinato todas la pruebas apuntan a la mujer y es condenada injustamente a 20 años de prisión. Su marido, un profesor de lengua normal y corriente se siente obligado a hacer cualquier cosa para sacar a su mujer de la cárcel. Un buen film que mantiene la tensión y llega a su clímax en la última media hora de la película. Si os apetece pasar un rato entretenido y ver de lo que es capaz un hombre normal por la mujer que ama, no os la perdáis.