Quentin es un tímido y apocado adolescente que desde niño ha vivido enamorado de su bella y enigmática vecina Margo. Cuando eran niños supieron ser muy unidos pero luego, ya con la adolescencia en sus vidas, ella lo hizo prácticamente a un lado. Una noche Margo irrumpe en la habitación de Quentin para pedirle que la ayude a vengarse de los que le han hecho daño. Solicitud a la que el estúpidamente accede para protagonizar una noche que le hará recuperar la ilusión por su querida Margo. Pero al día siguiente ella desaparece de la ciudad sin dejar rastro alguno, pero Quentin (o su enamorado corazón) ira encontrando pistas que cree que Margo le dejo para que la encuentre, y es aquí donde la historia se termina de ir a la banquina y comienza un sin sentido tras otro.
Una vez que descubre que Margo esta a 2000 km de distancia, Quentin decide emprender un viaje hasta allí acompañado de sus 2 mejores amigos (lo mejor del film), la novia de uno de ellos y Lacey, la ex mejor amiga de Margo.
Lo que sí me ha gustado es que cuando el llega al lugar en el que Margo esta, no hay el típico final feliz sino que ella se sorprende al verlo, revelándole que no le ha dejado ninguna pista para que fuese a buscarla y que no está enamorada de él. En mi opinión, este final de la aventura levanta un poco al film porque ahí es cuando Quentin deja caer la venda que cubría sus ojos y ve que la Margo fabulosa que el siempre amo no es tal persona, sino que es una chica egoísta, conflictiva y que solo piensa en sí misma. Es allí cuando Quentin comienza a dar el paso hacia la madurez y al no encontrar lo que tanto buscaba en Margo, consigue encontrarse a si mismo.