Octavo grado nos presenta la vida de su protagonista Kayla, una adolescente que está por comenzar la secundaria luego de un desastroso ultimo año de primaria, llena de inseguridades y miedos típicos de toda adolescente; las ganas de tener muchas amigas, el deseo de cambiar su personalidad tímida y callada en público, la necesidad de sentirse aceptada por sus pares y esa dependencia/adicción por los celulares tan natural en los adolescentes “millennials” de hoy en día.
Kayla como la mayoría de los adolescentes es encantadora por momentos (cuando se muestra tal cual es) y exasperante por otros (su constante utilización del celular y las redes). Ella pasa gran parte de sus días subiendo videos en su canal de Youtube, esperando obtener con ellos mayor popularidad en su escuela. En los mismos da consejos a los demás cuando ella debería ser la primera en hacer caso a los mismos.
La actriz que personifica a Kayla es una, hasta hoy, desconocida Elsie Fisher que realmente logra una más que interesante interpretación, dándole a su personaje mucha credibilidad y autenticidad. Pero la historia no logra levantar vuelo mas allá de lo bueno que hace su joven actriz, el guion se vuelve reiterativo y monótono pese a haber tenido un buen comienzo y la historia comienza a ponerse aburrida, perdiendo una interesante oportunidad de mostrar esa vida hiper conectada y por momentos insoportable que viven los adolescentes de hoy en día.
Espero que les haya gustado mi crítica. Bucci.