Maravillosa película que nos gana el corazón de una de las maneras más fáciles de conseguirlo, nostálgicamente, mientras nos muestra videojuegos a los que jugábamos de pequeños, villanos a los que odiábamos y héroes con los que conseguíamos nuestros récords. No podremos evitar la sonrisita mientras vemos cameos de todos aquellos personajes que nos lo hacían pasar pipa en los viejos recreativos de nuestros barrios o en consolas más modernas: Mr. Bison, Bowser, Diablo (que en la peli le llaman "Satán"), fantasmas de PAC-MAN y otros personajes y "guiños" a otros videojuegos como Street Fighter, Super Mario Bros, Metal Gear Solid y un largo etcétera.

Aparte de esa novedad de recordar viejos juegos, la cinta tiene un argumento muy diferente a lo que hayamos visto: el prota es Rompe Ralph, un "villano" del juego "Repara Félix Junior", del que está harto que el héroe de dicho juego sea Félix, quien siempre se lleva las medallas y el afecto de compañeros y clientes, y así lleva 30 años nada menos. Por eso decide buscar su medalla en otros juegos, donde conocerá a muchos personajes distintos como "Vanellope", una chica la mar de simpática, descarada y divertida.


Me encanta la escena de la reunión de los "malos anónimos" donde acaban con el credo de los malos: "Soy un malo, y eso es bueno. Jamás seré bueno, y eso no es malo. No me cambiaría por nadie".

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