Un hombre llama a la policía y dice ser un terrorista y que ha puesto varias bombas en la ciudad de Nueva York y una de las condiciones que pone para no hacerlas explotar es que solamente podrá intervenir en la investigación un agente en concreto, uno que está suspendido de empleo y sueldo, John McClane. Pero no es una investigación en realidad, pues McClane deberá hacer todo lo que el terrorista diga ya que éste le propone jugar a un juego llamado "Simon dice...", un juego con misiones a contrareloj en las que está en juego centenares de vidas. Ya en la primera misión que le propone el tal Simon, McClane se jugará la vida, pues tiene que ir a Harlem desnudo llevando un cartel donde dice "Odio a los negros", y resulta que Harlem es un barrio donde predomina la raza negra. Ésta y muchas misiones más la mar de entretenidas y llenas de acertijos harán que el espectador no quite ojo de la pantalla, además con la aparición del personaje de "Zeus", quien será el nuevo acompañante de McClane para las misiones le dará un punto cómico a la cinta.

Los personajes están genialmente construidos todos, un malo bien conseguido por J. Irons, Willis por supuesto genial como siempre y Zeus, que para mí es junto a McClane el prota de la cinta, ambos hacen un tándem cojonudo tanto si hacen chistes racistas como si se lían con los acertijos. Buenísima acción, diálogos cojonudos, sorpresas en el guión bastante buenas, todo de lujo si no fuera porque tiene dos de las mejores precuelas que pueda tener cualquier saga, sino fuera por ese pequeño detalle, ésta se tendría mucho más en cuenta a la hora de recomendar alguna peli de acción. Bueno, también se pueden recomendar las tres qué coño jajaj.