Artistas consagrados en determinados ámbitos, acostumbrados al éxito con su rutinario trabajo, no se les ocurre que puedan ser aplazados por nada ni por nadie. Hasta que alguien innovador trae algo realmente nunca visto, algo fresco. Algo para lo que el público representa una gran novedad. Algo para lo que esos artistas consagrados puede representar la ruina, si ellos no deciden adaptarse a esos grandes cambios. Lo mismo fué el cine mudo al sonoro, que el cine en b/n al cine en color. También el cine con grandes efectos digitales o desde hace poco el cine 3D, aunque éstos últimos pueden seguir coexistiendo con el cine convencional sin efectos ni nada. Pero casi siempre hay que adaptarse, o caer.

Y yo, pese a que como espectador veo casi de todo, el cine mudo todavía no había entrado por mis oscuros pero bellos ojos. Pero atrevido que soy, me decidí a verla. Y "The Artist" cuenta una historia bastante emotiva, un gran romance dramático. Ese romance por el cine mudo, pero con ese dramático cambio al cine sonoro. Dramático digo, porque aunque desfasado quizás para algunos, se perdería ese cine lleno de gestos y aspavientos, ese cine que sin decir nada, entendías todo.

Por otro lado está la historia que cuenta dentro de ese contexto. La estrella que se arruina debido a ese gran cambio,...