Me ha dejado sin palabras, una de las mejores películas españolas que he visto. Impresionante María León en un personaje que rebosa bondad y ternura por todas partes, le coges cariño al instante. Igual Inma Cuesta en el papel de una mujer metida en la cárcel -¿por tener ideologías distintas?, ¿por no ser "buena cristiana"?, en fin quien sabe- y que parece haber perdido toda esperanza de salir viva de ella. La escena final te deja sin aliento.

Esta es una historia de la posguerra española desde el punto de vista de unas mujeres que sufrieron como nadie los tormentos que asolaron España tras la Guerra Civil. Pero no todas las mujeres vivieron la posguerra del mismo modo, a unas las torturaban y las metían en cárceles simplemente porque pensaban de manera distinta y en muchas otras ocasiones sin motivo alguno. Otras eran las mismas que hacían la vida imposible a las primeras, entre éstas muchas eran monjas, las mismas que predican una fe de humildad y sin violencia. Y el resto eran: la que te miraba mal por ser madre soltera, o por tener pareja siendo viuda, la vecina que te denuncia por que "cree" que eres comunista o que perteneces a un partido, la que te mira mal por no ir a la iglesia los domingos, la que te dice guarra por ir con un chico al cine. Que conste que menciono solo el género femenino porque considero que éste film es en honor (para las buenas) y en denuncia (para las... no buenas) a las mujeres de la posguerra.

VIF (Very Important Film) del cine español.