Para mí al menos, con la sola presencia del Sr. Eastwood cualquier película merece ser vista, luego ya depende de otros factores valorarla más o menos. Y ésta la verdad que me ha encantado, entre otras cosas porque no va de lo que es el beisbol, sino de lo que hay detrás, en las personas. En éste caso concreto de un ojeador que flojea con la edad pero que todavía mantiene su olfato (profesionalmente hablando)También está su hija que tiene igualmente un olfato para el béisbol igual al de su padre, de la relación de ésta con su trabajo, y también entrará en juego un antiguo promesa del béisbol ahora convertido en ojeador. También entrarán en juego otros personajes como ojeador más, solo que éste trabaja con el ordenador, y parece ser el competidor de Clint pese a ser su "compañero".

En fin, una cinta que va mucho más allá del deporte mismo, donde conoceremos a Gus (Eastwood), un ojeador cabezota, terco y cascarrabias como solo un personaje de Clint puede serlo. Hace un gran papel, similar en carácter al que protagonizó en la grandísima "Gran Torino".