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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
1
Ciencia ficción. Thriller. Romance La Tierra ha sido invadida por unos seres que se alojan en el cuerpo de los hombres y controlan sus mentes. Para Wanderer, la criatura que habita el cuerpo de Melanie, no es fácil acostumbrarse a soportar emociones, sentimientos y recuerdos demasiado intensos, pero la principal dificultad consiste en que Melanie lucha por conservar el control de su mente llenándola con recuerdos de Jared, el hombre que ama. La intensidad de estos ... [+]
28 de marzo de 2013
28 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
“The Host” se podría proyectar en una clase práctica de imagen y sonido como ejemplo de lo que nunca se debería hacer en cine y, de lo poco que sí se puede, aquí está mal hecho o mal utilizado, como por ejemplo una constante voz en off que provoca jaqueca. Creo que exceptuando algunas comedias facilonas no recuerdo tener que haber soportado algo semejante, y para colmo esto no es comedia, no porque su calidad nos lo indique sino porque como subproducto torpe que es, carece de todo sentido del humor. Tremendo que esto ocurra cuando hay gran presupuesto y toda clase de adelantos tecnológicos. Y es que este engendro ve la luz por culpa de su autora que a su vez es la productora, suponemos que con el afán de ganar mucho dinero, pero con fallos imperdonables en su historieta (me niego a llamarlo guión), que roba ideas ya utilizadas, no aporta casi nada nuevo y se mueve entre el tedio y lo más previsible. No tienen ni idea del ritmo, ni de cómo desarrollar aunque sea una anécdota ni nada de nada. Al menos los que dan la cara y se han tenido que aprender unas bochornosas líneas de diálogos aguantan el tipo y no se ríen. Es de lo poco apreciable en “The Host” junto a su innovada visión sobre los alienígenas: es de las pocas veces que se nos presentan a estos seres como una raza de inteligencia inferior, sin poderes y de gusto garrulo. Mientras que los terrícolas se mueven en una estética a lo Mad Max pero con presupuesto para vivir bien, los alienígenas hacen ostentación como nuevos ricos, o nuevos conquistadores, no se sabe, y van con las lentillas para cambiar el iris, modelo noche de noche para fiesta de haloween habitual, vestidos de blanco sin una arruga, como en un anuncio de lejía, se mueven en despachos de diseños y utilizan móviles, helicópteros o coches de alta gama, eso sí, todo metalizado, con mucho brillito plateado. Poco práctico, sobre todo si de lo que se trata es rastrear y sorprender a los humanos que se escondan en el desierto de Nuevo México, donde el sol da por todos lados y un destello se ve a mil quilómetros a la redonda. En fin.
Ni la supuesta historieta romántica ni las bonitas imágenes cuyo fondo musical alterna el estilo de anuncios de seguros, rollo new age o su tema de amor que plagia el “Hallelujah” de Leonard Cohen terminan convenciendo a los más jóvenes asistentes que abandonaban la sala con indiferencia. En sus interminables créditos finales, lo que me hizo bien, aprovechando mi soledad en el cine, fue tirarme un largo cuesco dedicado a todos los que han participado de este acto casi terrorista. Con la mitad de presupuesto y la mitad de cara dura Pedro Temboury les hubiera hecho una comedia de gran calidad que ya sería un clásico. Que se lo piensen si quieren hacer (léase en andaluz) The host dos: la salchicha peleona y The host tres: flan de huevo "Dhul".
Maggie Smee
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