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Voto de Maggie Smee:
4
6,5
6.508
Drama
Thelma no es una chica normal. Desesperada, le pregunta insistentemente a Dios por qué la ha hecho así. Sus padres tampoco son de gran ayuda, sino dos personas misteriosas que se muestran tranquilas ante los poderes que muestra su hija, que, cada vez que siente algo, causa desastres. Cuando Thelma inicie una relación con una compañera, las emociones propias del amor harán estragos. (FILMAFFINITY)
24 de marzo de 2018
12 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que hay un mal extendido en el cine actual, independientemente de la nacionalidad que sea. Puede que esto sea debido a una globalización del mercado en el que se han ido perdiendo identidades y donde, cada vez más, no queda sitio para la sorpresa, donde las productoras más potentes controlan fechas de estrenos y programaciones de festivales, vendiéndonos lo que más les convierne. Y ya en el género de terror, en la mayoría de los casos, la cosa está peor. No es que las ideas se agoten, es que no se desea investigar más. Y no se trata de innovar, simplemente de plantear algo que nos atraiga y resolverlo, sin caer en “clichés” o en el aburrimiento.
“Thelma”, aunque de nacionalidad noruega, ha contado en la producción con la participación de Dinamarca, Suecia y Francia, contando además con buena promoción a través de festivales. Lo que le ha ocurrido a este film de Joachim Trier, director con familia artística y vinculado con Lars Von Trier, ha sido el contar con una aceptación entre los “fans” del género y los críticos que a mi parecer la han sobrevalorado, pero, en mi modesta opinión, le ha hundido el exceso de pretenciosidad y el pretender abarcar demasiados temas, que muchos sobran porque tampoco aportan nada. Su director, seguidor de Antonioni y de Brian De Palma, intenta inspirarse en ellos, sobre todo en De Palma, pero a duras penas pasa de ser, más que homenaje, un plagio de las adaptaciones de Stephen King.
Y, por si acaso me excedo en mis argumentos, paso directamente a la zona del “spoiler”.
“Thelma”, aunque de nacionalidad noruega, ha contado en la producción con la participación de Dinamarca, Suecia y Francia, contando además con buena promoción a través de festivales. Lo que le ha ocurrido a este film de Joachim Trier, director con familia artística y vinculado con Lars Von Trier, ha sido el contar con una aceptación entre los “fans” del género y los críticos que a mi parecer la han sobrevalorado, pero, en mi modesta opinión, le ha hundido el exceso de pretenciosidad y el pretender abarcar demasiados temas, que muchos sobran porque tampoco aportan nada. Su director, seguidor de Antonioni y de Brian De Palma, intenta inspirarse en ellos, sobre todo en De Palma, pero a duras penas pasa de ser, más que homenaje, un plagio de las adaptaciones de Stephen King.
Y, por si acaso me excedo en mis argumentos, paso directamente a la zona del “spoiler”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El personaje de “Thelma” surge a la sombra del personaje de “Carrie”, pero más que imitar exclusivamente a “Carrie”, sobre todo al incluir los elementos religiosos, también mezcla “La furia” de Brian De Palma, al provocar la protagonista, desde su ira, una serie de “infortunios”, algunos espectaculares y cocidos a la sombra de Hitchcock. Francamente en este caso, los tintes religiosos, sobraban por doquier. La sombra de los films de Dreyer también planea por este gazpacho de films y de ideas, pero tampoco logra encontrar su propósito analítico ni darle el cariz de “milagro” del cine de Dreyer, como al final pretende su autor con la resolución entre “madre- hija”. Son muchas las películas a las que recuerda, pero que a ninguna supera ya que cuenta con un endeble guión. No genera “suspense”, está plagado de agujeros, y lo peor, su director se salta la línea que plantea, hace trampas en su tercio final y pretende dar un “golpe maestro” pretendiendo hilar lo que ha contado en sus casi dos horas. Eso sí, sazonando el meollo con toques lésbicos con cierto tono de “qualité”, evocando lejanamente y de forma más pudorosa a “Cisne negro” de Aronofsky.
Mejor está Trier dirigiendo, como es habitual en lo que se reclama hoy día del cine nórdico: ambientes de claroscuros, con fríos tonos y escenas correctamente desarrolladas, mezclando la realidad y lo onírico. Para ello su equipo técnico, sabiendo lo que tiene que hacer, cumple las intenciones requeridas. Como los actores, que cumplen dignamente sus papeles.
Pero es una pena que en todo esto se pretenda ver una actualización positiva u original del género. Para mí es más de lo mismo, pero para colmo sin gracia a la hora de evocar tanto “autor” y tanta película venerada con algunos baches en su narración, con un principio y cierre cíclico a lo Polansky. Pero hasta ahí sus logros y sus aportaciones.
Todo esto no me es suficiente para darle aunque sea un aprobado por lo pelos, pero tampoco considero que sea un film olvidable y horrendo. Ha sido un quiero y no puedo que ha contado con más apoyo del que merecía. Ojalá, al menos por parte del público que son quienes pagan, se hubiera dispensado esta benevolencia en otros films menos ambiciosos pero más divertidos, incluso con otras connotaciones cinéfilas quizás más descabelladas. Una vez más puede parecer que los premios y laureles que se otorgan son más méritos de los contactos que se tenían más que una cuestión de justicia.
Mejor está Trier dirigiendo, como es habitual en lo que se reclama hoy día del cine nórdico: ambientes de claroscuros, con fríos tonos y escenas correctamente desarrolladas, mezclando la realidad y lo onírico. Para ello su equipo técnico, sabiendo lo que tiene que hacer, cumple las intenciones requeridas. Como los actores, que cumplen dignamente sus papeles.
Pero es una pena que en todo esto se pretenda ver una actualización positiva u original del género. Para mí es más de lo mismo, pero para colmo sin gracia a la hora de evocar tanto “autor” y tanta película venerada con algunos baches en su narración, con un principio y cierre cíclico a lo Polansky. Pero hasta ahí sus logros y sus aportaciones.
Todo esto no me es suficiente para darle aunque sea un aprobado por lo pelos, pero tampoco considero que sea un film olvidable y horrendo. Ha sido un quiero y no puedo que ha contado con más apoyo del que merecía. Ojalá, al menos por parte del público que son quienes pagan, se hubiera dispensado esta benevolencia en otros films menos ambiciosos pero más divertidos, incluso con otras connotaciones cinéfilas quizás más descabelladas. Una vez más puede parecer que los premios y laureles que se otorgan son más méritos de los contactos que se tenían más que una cuestión de justicia.