Por regla general los biopics suelen ser bastante insípidos, pero el problema es que en esta ocasión la recreación de la vida de Grace Kelly es excesivamente intrascendente y más teniendo en cuenta el personaje al que intentan reproducir, debido a un peso mítico de bastante consideración.
La película se limita a hablarnos de los primeros años como princesa de Mónaco y su intento de regresar al cine de la mano de Alfred Hitchcock mientras el pequeño país sufre una crisis política y económica con Francia.
Es interesante lo que nos cuentan, desde luego que sí, pero no deja de ser un mero de retrato de lo que fácilmente podemos encontrar en la wikipedia sobre la conocida actriz.
Es algo parecido a lo que ocurría con otros títulos como “Mi semana con Marilyn”, “La dama de hierro” o la reciente “Mandela”, son productos dignos pero que no dejan de ser meros entretenimientos pero que pasan de puntillas por diferentes incidentes biográficos.
¿Es por ello esta película una mala película?, no estaría del todo de acuerdo, ya que se deja ver con bastante facilidad y cumple con lo que cualquier espectador medio puede desear. Pero me quedo con ganas de más, ya que tengo la sensación de haber abierto una ventana al pasado excesivamente edulcorada y de cuento.
Eso sí parece que a más de uno le sale urticaria al ver a Nicole Kidman representando a semejante mito. Kidman lo tiene bastante difícil, no dudo que ponga empeño en ello, pero le sale mal la jugada. Creo que cualquier actriz en este momento lo hubiera tenido bastante difícil. Quizás una desconocida hubiera estado mejor, quién sabe.
Y de entrada la película comete un error de bulto, la maniobra de estrenar antes en Cannes ha provocado una marea de malas críticas que la han herido de muerte. Han ido a estrenar en la boca del lobo, al igual que lo hizo el “Monuments Men” de George Clooney en Berlín. Creo que en ambos casos tienen que despedir a sus respectivos departamentos de marketing.