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Voto de Francisco Javier Millan:
5
Ciencia ficción. Aventuras. Acción El USS Enterprise, la nave insignia de la Flota Estelar liderada por el capitán James T. Kirk (Chris Pine), vuelve a surcar el universo para asegurarse de la protección de la Tierra y del resto de planetas aliados. Pero la tranquilidad durará poco y el peligro acecha. La primera etapa de su misión les llevará a un territorio desconocido, y su travesía de vigilancia pronto se convertirá en una carrera por la supervivencia espacial cuando ... [+]
26 de agosto de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo falla en este nuevo capítulo cinematográfico de “Star Trek”, y probablemente sea la incapacidad que han demostrado a la hora de ofrecer una película a la altura del aniversario que vamos a vivir el próximo 8 de septiembre. 50 años separan de aquella primera emisión por la que nadie daba un duro en su momento. Varias series más tarde y 13 películas son el grueso de un canon seguido en muchos países más civilizados que el nuestro; y con el fin de sumar nuevos seguidores, J.J. Abrams y su equipo decidieron en 2009 darle brío a los ya de por sí carismáticos personajes.
En esta nueva entrega encontraremos momentos de acción desorbitada, donde el concepto de la fuerza de la gravedad se da por inexistente. Una demostración de fuerza que carece de estilo y elegancia, convirtiendo a este capítulo en uno de los más confusos a este respecto. Justin Lin, llegado de la saga poligonera por excelencia, sustituye a Abrams imprimiendo una serie de escenas plagadas de una gran falta de interés.
Curiosamente son los momentos de compañerismo y de sentimiento de grupo los mejor trabajados. Una estructura que empezó a vislumbrarse en la serie de los 60 y que finalmente se potenció a gran escala en la pantalla grande en los 80. Por eso no es de extrañar que, los más fieles seguidores, encontremos una agarradera nostálgica en cada uno de los chascarrillos de Bones o en aquel magnífico plano que hace referencia al embajador Spock y a la “vieja” tripulación.
A la historia le falta trascendencia, tan solo presente en algunos instantes puntuales en la figura de un Chris Pine más mayor y, por ende, más reflexivo y cercano al original. El villano de turno se hace rutinario y, aunque contiene no menos sorpresas del pasado de la saga, no confiere una amenaza original como si lo fueron en su momento los Borg o los Klingon. Curiosamente la anterior propuesta abría un campo muy interesante con aquella subtrama protagonizada por estos últimos, de la que no sabemos nada en esta continuación.
Habrá que ver si en la anunciada cuarta parte (o en la serie de Bryan Fuller) son un poco más épicos y ambiciosos, porque con ésta, más que ir al más allá, han ido al más acá. Eso sí, el único que nos ha hecho tocar las estrellas es una vez más el magnífico compositor Michael Giacchino. Mucha atención a ese clasicista tema que viene a describir la base espacial. Oro puro.
Francisco Javier Millan
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