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Voto de Francisco Javier Millan:
7
Ciencia ficción Treinta años después de los eventos del primer film, un nuevo blade runner, K (Ryan Gosling) descubre un secreto profundamente oculto que podría acabar con el caos que impera en la sociedad. El descubrimiento de K le lleva a iniciar la búsqueda de Rick Deckard (Harrison Ford), un blade runner al que se le perdió la pista hace 30 años. (FILMAFFINITY)
18 de octubre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría haber sido muy tentador, para los tiempos que corren, haber realizado una cinta de acción basada en los parámetros expuestos en la película original de Ridley Scott. Material para ello hay de sobra, pero el canadiense Denis Villeneuve ha sido consciente del material del que parte, diseñando una historia deudora de semejante precedente, sin olvidar que estamos en otro momento. Por ello la nueva Blade Runner resalta una gran carga filosófica y moral sobre una desastrosa distopia, fiel reflejo de nuestra sociedad real, mientras nos narra una investigación y una búsqueda que, aun siendo esquemática, nos otorga un buen número de escenas cargadas de suspense.
La ciudad de Los Ángeles de Villeneuve es mucho más luminosa y blanca que la aproximación original, más cercana a los gustos y diseños de la ciencia-ficción del siglo XXI. En la secuela predomina el blanco, heredado de la magnífica “Oblivion”, además de un color desértico, que con su luminosidad digital, luce como nunca en la gran pantalla. Todo tiene atisbo de gran espectáculo total, aunque carece de un mayor grado de concreción, provocando un metraje demasiado alargado con lagunas entre varias de sus escenas.
De entre sus gratificantes aportaciones se encuentran los hologramas, resultando en ocasiones conmovedora la relación entre el protagonista y su aplicación informática femenina. Por su parte la mitología de los replicantes se amplia, tal y como cabría esperar, trazando nuevos derroteros que solo habían sido esbozados hasta la fecha. Es en este punto donde se presenta el inevitable componente mesiánico, muy presente en el género de la ciencia-ficción de clonaciones o androides. Seres que tarde o temprano terminan siempre planteándose su existencia y su función en el mundo.
Casi lo de menos es la presencia de Harrison Ford, mucho más secundaria de lo que nos muestran los avances. Rick Deckard es una pieza más dentro de un nuevo rompecabezadas a ratos fascinante y a ratos un tanto reiterativo. Aun así el director logra salir bastante airoso, y no empaña para nada el buen sabor de boca que nos dejó con “La llegada”, su mejor película hasta el momento.
Francisco Javier Millan
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