Si se estrenara hoy en día, este "Desafío Total" de 1990 (y no la tontada de 2011) seguiría siendo una muy buena película de acción y ciencia ficción con efectos especiales que lucirían mejores que muchos de los que vemos ahora 30 años después. Y es que, ante todo, esta película tiene el objetivo de divertir a lo grande haciéndose valer de un potentísimo Schwarzenegger, de una guapísima Sharon Stone en su plenitud y de un, esta vez sí, convincente Michael Ironside, todos ellos entregados a la causa de esta especie de historia que oscila entre la fantasía más absoluta y la esquizofrenia paranoide, cargadísima de una violencia explícita servida sin tapujos ni pelos en la lengua y con una estética que parece no querer abandonar la década ochentera.

¿Qué cosas buenas tiene?
Yo diría que varias, y muy buenas, sobre todo...

- Su notable guión, con el que Verhoeven supo explotar la mayoría de escenas en las que se decidió enfrascar, dándoles ese sutil toque que consigue abrazarte y dejarte con la boca abierta por tan grotescas ocurrencias. Sí, es una comida de coco, una rayada de cabeza y una fumada de las buenas, pero tiene el mérito de atrapar y no perder ritmo ni velocidad, y dentro de la locura todo tiene sentido.

- El papel del ex gobernador de California: Quizá la mejor elección posible para la época. Estamos de acuerdo que no tiene las dotes interpretativas de Robert de Niro ni Jack Nicholson ni Cary Grant, pero para el caso que nos ocupa eso nos da exactamente igual. Se le pide que luzca fuerza, que haga uso de sus músculos y que explote ese punto humorístico que bien sabe combinar con el violento, y eso es lo que nos ofrece. Cumple con todo ello y lo hace más que bien. De hecho, cuando en 2011 nos engañaron con el remake y vimos a Colin Farrell, todos dijimos...¿Pero esto qué mierda es?

- Sharon Stone: ¿Por qué Terminator quería tanto irse a Marte teniendo a semejante bicho en La Tierra? Nunca me llegó a quedar del todo claro si era la mujer perfecta o si era la mayor hija de su santísima madre, pero pocas veces unos ojos tan azules me han acojonado tanto en una película y pocas veces me he puesto tan rijoso como aquí viéndola pelear en sus diferentes versiones: bien sudadita y de gimnasio contra un tío y bien trajeada y perfumada contra una mujer. Un escándalo de señora pero...¡¡considérate divorciada!!

- La multitud de personajes con estética que parece ser fruto de una noche de borrachera y descontrol. Mutantes de todas las formas y colores. Curiosos mezclijos que parecen coger un poco de "La mosca", un poco de "La parada de los monstruos", y otro poquito de "Pesadilla en Elm Street" para parir a tíos amorfos, enanas ultramegaviolentas y ninfómanas, tipas de tres tetas, negros con viscosas garras, señoras gordas con un Gobernador de California en su interior e incluso un Jordi Pujol surgiendo cual excrecencia de la tripa de otro tío. Ideal para hacernos explotar la cabeza y echarnos unas buenas risas.

- Sus grandes dosis de violencia, a pesar de lo cual nunca llega a ser desagradable. No deja mal cuerpo como nos puede producir "Hostel", "Holocausto Caníbal" o cualquier saga de "Saw". Aquí nunca abandona esa esencia socarrona y hasta incluso humorística que se respira en la película pero sin caer en la trampa de perderle el respeto a la impetuosidad de la sangre y a la rudeza de muchas escenas. Así que podremos gozar sin problemas de peleas a puño descubierto, de brazos arrancados de los cuerpos, cuellos partidos, tiros en la cabeza, navajazos en el estómago, fosas nasales dilatadas hasta el casi desgarro, ojos saliéndose de sus órbitas y demás lindezas por el estilo.

Mira. Si quieres pasártelo bien viendo una buena película de acción con una marcada personalidad y estás dispuesto a sentir que te estás fumando una sustancia alucinógena mientras la disfrutas, aquí tienes lo que buscas. Violencia, fantasía, sangre, humor y trepidante ritmo a raudales.