¡Hombre!, también me he emocionado con otras películas, pero esta la emoción te estrangula.
La verdad que el panorama que nos define Charlot en esta película es increiblemente realista de los que apenas sobreviven, siendo el ambiente de la película de una crudeza increíble, pero no me quiero poner intelectualmente pedante.
La película es mágica, porque muchas películas de la época muda lo son; y su magia reside en esas imágenes vistas en el momento intimo de una sala oscura de cine.
La historia desprende amor , entrega y supervivencia por todos los lados; y ¡crueldad!, la crueldad de los que no tienen nada, pero que Charlot te demuestra que lo tienen todo.
En esta joya de oro, la risa corta fina, porque lo que estamos viendo y las situaciones son para ponerse a llorar; pero aún así, conseguimos sonreír.
Estoy totalmente de acuerdo en una crítica que he leído antes de que ver a Charles Chaplin te limpia la mirada; me parece muy acertado el comentario;perdóname, no quiero quitar la propiedad intelectual a nadie.
La verdad que me gustaría expresar con palabras todo lo que he sentido, pero solo puedo decir que los últimos venticinco minutos no paras de llorar, llegando la emoción a tu corazón de una manera que te deja alucinado, yo que creía que ya no podría llorar.

Sencillamente maravillosa, dificilmente cruel.