Original premisa y feliz casquería inesperada (la pensaba más naíf) para una de zombis que entretiene pero que adolece de ritmo mantenido. A ello tampoco ayuda que las fuerzas de la ley sean un puro cliché de imbecilidad reaccionaria o que el desarrolo argumental suceda en su totalidad en una misma villa, (con su hotel, su casa en la campiña y su hospital) que los personajes transitan de acá para alla algo reiterativamente, casi como aquellas bolas del juego que por esta misma época seguramente ya existía: el tragabolas y esos hipopótamos que daban casi el mismo miedo que estos muertos vivientes estranguladores (pero que luego te comen con voracidad). Estimable. Se echa el ratete si te gusta el género.