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Voto de Augusto Faroni:
7
6,2
407
Documental David Trueba viaja a Nueva York para entrevistar a Woody Allen, que hace un repaso de su filmografía y de sus inquietudes, esas que lleva mostrando en más de medio centenar de películas, desde al amor, las infidelidades o la muerte. Además, David Trueba pasea por los escenarios icónicos de Nueva York en los que se han rodado algunas de las escenas de las películas más representativas del director.
28 de febrero de 2024
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Rebajas de enero” –aquella canción de Joaquín Sabina que hablaba de los amores resignados-, terminaba con estos versos: “Emociones fuertes / buscadlas en otra canción”. Y así termina también, un poco, esta entrevista de David Trueba a Woody Allen. Al final de los títulos de crédito, justo después de declarar que ningún animal fue lastimado durante la grabación, pone que si queréis morbo leeros la autobiografía de Allen que publicó Alianza. Y si queréis morbo duro, sexo hardcore, pasaros por los foros de las podemitas cuando hablan del señor Konigsberg. Lo de Jesucristo en la cruz les parece poco castigo para él.

David Trueba ha venido a Manhattan a hablar de cine y nada más. Y de cine en plan directores de cine, nada de preguntas de aficionado. Germanía de rodajes: cómo escribes los guiones, cómo te llevas con el montador, qué consejos recibes del director de fotografía... ¿Algún actor te ha tocado mucho los cojones? Cosas así. Son cuestiones interesantes, pero no es quizá lo que esperábamos los abonados. Y que conste que yo no venía por el morbo -porque tengo bastante claro el “asuntillo” - pero sí para escuchar algún chiste coñón o alguna perla de sabiduría. Y la verdad es que, por ahí, poca cosecha.

Sólo cuando David y Woody rememoran las viejas películas y sale a la palestra el nombre de Mia Farrow uno se tensa un poco en el sofá. Pero nada: Allen la menciona como quien recuerda a la vecina del quinto. Una gran actriz y tal... Su autodominio es absoluto. Su pasotismo también. Yo echaría espumarajos por la boca.

Me pregunto, al final de la entrevista, si Woody Allen sabe que quien le está entrevistando es un director de prestigio en España y no cualquier interviewer de una revista especializada. El papel de Trueba es de absoluta subordinación... Su aspecto físico también es curioso. Al principio, ya que estamos en Nueva York, dirías que se da un aire a Andy Warhol, con esas gafas y ese pelazo canoso, pero luego, a medida que avanza la entrevista, puede observarse que David Trueba, de tanto admirar el cine de Woody Allen, está sufriendo una metamorfosis al más puro estilo de Leonard Zelig.

https://www.instagram.com/augusto_faroni/
Augusto Faroni
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