He tenido que empezar varias veces la película para conseguir avanzar más allá de la escena del ahorcado. Y no es que la considere una “estupidez” como dice el faltón de Boyero, sino porque en mi caso, una fantasía surrealista tan excesiva me abruma. De hecho, empecé viéndola y pensé: esta película me recuerda a la adaptación cinematográfica de ”Las Aventuras del Barón Münchausen” y ete aquí que efectivamente también salió de la quimera de Gilliam (como la muy deplorable “Miedo y asco en Las Vegas”).

En fin, la potencia visual sumada al diseño artístico y al vestuario, creo que están fuera de cualquier discusión. Que se trate de la última película de Heath Ledger y acudan al rescate sus amigos Depp, Law y Farrell es bonito pero no está a la altura de la épica del rescate del documental “Pura Vida” sobre Iñaki García de Olza… pero por lo demás, me parece un collage que satura.