Es una obra maestra absoluta en cuanto a lo que la televisión como medio puede hacer, cada episodio es elemental para contar parte de la historia, nada es malgastado pero también casi cada episodio tiene un mensaje importante lo cual es muy difícil de hacer. También es una obra maestra de animación, en una era donde muchas series animadas se enfocan mas en diseños pobres, la animación y diseños de esta serie es simplemente espectacular. La historia es épica, trabajando con elementos típicos de la cultura oriental pero de una manera que cualquiera pueda entender y transmitir temas y mensaje muy maduros pero que incluso niños pueden entender. Los personajes son increíblemente memorables, incluso los villanos no son tan malos y a medida que avanza la serie, los personajes y la historia toman nuevas direcciones que te elevan hasta puntos impresionantes. Una joya del entretenimiento, una obra de arte brillante de principio a fin. Quien no la hay visto vea los primeros episodios lo antes posible, esta serie no es un diez es un veinte, el estándar de oro.