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España España · madrid
Voto de willyac:
4
Bélico. Drama Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La batalla de Iwo Jima (1945), el episodio más cruento de la guerra del Pacífico, quedó inmortalizada en la foto de unos soldados que izaban una bandera norteamericana. El objetivo de esta batalla era la toma de un islote insignificante, pero de gran valor estratégico, pues desde allí los japoneses defendían su territorio. En la contienda cayeron más de 20.000 japoneses y 7.000 estadounidenses. ... [+]
31 de marzo de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que siempre me había costado decidirme y ver "Banderas de nuestros padres", otra película sobre la segunda guerra mundial. Pero estamos hablando de Eastwood, Clint Eastwood, y uno con el paso del tiempo adquiere cierta responsabilidad como espectador. Si es de Clint hay que verla, no te queda otra.

Probablemente mi intuición me lo advertía de antemano.

Floja y aburrida película de este gran creador, autor de grandes obras maestras (“Million Dollar Baby”, “Mystic River” o su inclasificable “Gran Torino”) al que siempre se espera con intriga, pero del cual es inevitable, como puede ocurrir de cualquier cineasta, llevarte alguna que otra decepción.
La historia trata sobre la instrumentación política de la guerra, sobre los falsos y verdaderos héroes, sobre los recuerdos de guerra. Argumento en principio más atractivo que una guerra en sí en la que primarían grandes escenas de acción y efectos especiales. Sin embargo, ya desde el principio uno pierde la confianza en que durante la película vaya a ocurrir algo interesante. Acaba resultando fría, intrascendente, con cierto aire de película de sobremesa de Antena 3 que ninguno de nosotros nos hubiésemos tragado si no supiéramos quién está detrás de la cámara, salvo por supuesto para echar una siestecilla, en el que las escenas parece que se repiten una y otra vez, donde la historia no avanza hacia ningún sitio sencillamente porque a nadie le interesa la historia de una bandera como hilo conductor de una cinta decididamente antibélica, y en la que la intención de su director de evitar el dramatismo de las escenas acaba liquidando la película. Las interpretaciones, por supuesto, tampoco pasarán a la historia. Los soldados se pasean como marionetas por la pantalla de un mitin a otro, todos iguales, nada nuevo, nada especial.
Para un director como Clint Eastwood que ha rodado algunas de las mejores películas de principios de siglo, el resultado es muy pobre.
willyac
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