David Galán Galindo pica superfluamente del 'Powers' de Brian Michael Bendis, pero especialmente del material propio que aquí adapta, para construir, tan convincentemente como le es posible, un relato policial con la imaginería pop de la cultura underground y comiquera -lo que, recordemos, se solda coherentemente a su trayectoría en el cortometraje-. Y en lo tocante a elementos intocables de su filmografía, ni siquiera falta -vía cameo- la presencia fetiche de Mariam Hernández.
La novedad de ver a Brays Efe luciendo versatilidad actoral con otro personaje reivindicable que no sea Paquita Salas podría haber sido lo más reseñable de un distraído pasatiempo detectivesco de no ser porque también pulula por ahí Verónica Echegui, marcando el terreno como una loba y demostrando (de nuevo) que, igual que de veteranía, todavía puede recurrir a su predisposición natural para destacar: al menos hasta que se produce la personificación del supervillano en el papel más kamikaze, extravagante y arriesgado del actor tras su identidad. El televisivo Javier Rey ('Fariña', 'El silencio de la ciudad blanca') tiene que conformarse, en gran parte del metraje, con la poco recreativa labor de ejercer como investigador al lado de un Antonio Resines más aproximado a una encarnación realista del Inspector Hólmez -de las viñetas de Superlópez- que a cualquiera de los policías que ha interpretado antes.
'Orígenes secretos' (2020, David Galán Galindo) despide un fuerte olor a Netflix en cada uno de sus 92 minutos. Bueno, bonito, entretenido y barato. Lo único que lamento es no haberla podido ver en el cine.