Así a bote pronto diría que la mayor barrera de 'Good Time' para jactarse de tener un carácter propio es la falta de confianza en sí misma, la que empuja a los hermanos Safdie a contagiarse esporádicamente de tics visuales reconocibles en cualquier thriller de bajo presupuesto dirigido por Walter Hill o las primeras obras de John McNaughton, pese a que también hay espacio para los guiños narrativos a Danny Boyle y un guión cuyo tramo final anda más emparentado con la germana 'Viktoria' (2014, Maya Vitkova).
'Good Time' (2017, Benny & Joshua Safdie) no prescinde de la dureza callejera y el retrato marginal de una suerte de secundarios que sólo podrían tacharse como malas compañías, ni mucho menos adolece del ritmo frenético, la adrenalina delictiva y la parafernalia gangsta de las cintas ambientadas en los bajos fondos. Pero lo que más destaca, por encima del resto del conjunto, es un portentoso trabajo de actores que Netflix ha optado sabiamente por no estrenar doblado al castellano. Robert Pattinson jamás se deja ensombrecer por un sobresaliente Benny Safdie -en el rol de su hermano discapacitado, al que trata de sacar de un hospital bajo custodia policial tras cometer juntos un atraco- y termina sacando pecho para (por fin) deshacerse del sambenito de aquella nefasta saga sobre vampiros andróginos de cuyo nombre no quiero acordarme.