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Voto de antonio lopez herraiz:
7
Drama Samuel llegó a la Formentera hippie de los 70 y allí sigue. Vive sin luz y toca el banjo en un garito. Un día recibe la visita, después de muchos años, de su hija Anna y de su nieto Marc. Anna, desempleada desde hace tiempo, dice que ha tenido que aceptar un trabajo en Francia y se ve obligada a dejar en la isla a su hijo con Samuel.
30 de junio de 2018
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
A José Sacristán no hay quien le tosa, y él no iba a ser menos que Harry Dean Stanton, Richard Farnsworth, Robert Redford o el mismísimo Bill Murray. Así que el de Chinchón se lía la manta a la cabeza -o el sombrero de paja, más bien- y se atreve como protagonista crepuscular con la ópera prima de un advenedizo Pau Durá -con serias aspiraciones a ser el Alexander Payne español-, y a la postre nos regala una comedia agridulce y mediterránea, que rebosa humanidad, sencillez y pureza. Más o menos como la Isla Balear de Formentera donde se ubica este relato sobre reencuentros familiares y choques generacionales.
Samuel (José Sacristán) es un viejo hippy que vive en Formentera, en una cabaña sin luz ni agua, junto a la playa, y se gana la vida tocando su banjo en el bar de un viejo amigo (Ferrán Rañé). Pero la visita de su hija Anna (Nora Navas) y su nieto Marc (Sandro Ballesteros), para dejarle al cuidado del pequeño unos meses, trastocará por completo sus costumbres y su ritmo de vida.
'Formentera Lady' (2018, Pau Durà) es previsible hasta la médula -o hasta el forro de los cojones, como diría el maestro Sacristán- pero últimamente necesitaba tanto ver algo tan genuino como esto que ni siquiera me importa. Además suponen un valor añadido la recuperación para la gran pantalla de Ferrán Rañé -el primer Makinavaja, le pese a quien le pese-, otra de las contadísimas oportunidades de ver a Jordi Sánchez en una película buena, y la grata sorpresa de avistar a la actriz picassentina Mireia Sobrevela en un fugacísimo papel -tras un par de años en los que le había perdido la pista, incluso en el teatro-.
A nivel cinematográfico, no se observa nada nuevo bajo el sol de Formentera, pero al menos sí es bienvenida otra feel good movie fabricada con tan nobles materiales.
antonio lopez herraiz
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