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Voto de antonio lopez herraiz:
2
Romance. Drama Tras mantener una aventura con un hombre casado, la actriz Younghee decide tomarse un tiempo. Para ello viaja a la ciudad extranjera de Hamburgo, pero eso no impedirá que siga pensando en lo que dejó atrás. (FILMAFFINITY)
14 de julio de 2022
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Otra cosa igual no pero autorreferenciales y dados a la reflexión lo son hasta la rabadilla el director Hong San-soo y su esposa Kim Min-hee, que encadenan más de media docena de colaboraciones consecutivas -y casi exclusivas, a lo Rob Zombie o Álex de la Iglesia con sus distinguidas parientas- desde 2015.
Aunque a su alter ego en un relato de ¿cine dentro de cine? -pero sin cine porque la cosa va de ir a la playa a darle al tarro- a Minhee, que es la actriz Younghee, le entra de sopetón un puntazo introspectivo, agarra la visa y se pira de vacaciones a la playa de Hamburgo, porque como la mayoría de los bañistas alemanes están en Mallorca o Ibiza ahí hay menos follón, y se encuentra mejor a sí misma: eso lo sé porque no hay nadie más y porque pone cara de estar reflexionando en planos donde no ocurre absolutamente nada.
Pero antes callejea un poco por la ciudad con una de esas amigas feas que no se separan de su amiga guapa porque es la única que tienen, y hacen cositas como visitar la librería de un compositor de canciones infantiles (y con apariencia de pedófilo en potencia) o a merendar a casa de una señora clavada a Ana Polvorosa casada con el tipo con aspecto de pedófilo en potencia número 2. Es otra cultura. Son intelectuales, supongo.
Y Hee -las dos: la ficticia y la de verdad- piensa en lo que ha dejado atrás y en cómo se ha ido delineando su vida profesional, y a la vez desordenando su vida sentimental y superexistencial: es una movida así en plan como los flashbacks de Connor McLeod en 'Los Inmortales', pero en coñazo y visitando a conocidos que se dedican a labores supercotidianas (como un amigo calzonazos que separa judías en un bol para que su mujer no le maltrate) mientras les pega la brasa contando anécdotas pasadas y reforzando un ego descomunal y repugnante.
Ups, espera... ¡un giro inesperado! Hee camina por el parque y se arrodilla. La cámara está detrás de ella y hace un zoom a su culo (Hong, ¡pero qué golfo eres, viejo zorro!).
Chsssttt... ahora está oliendo unas flores en el suelo, que es como ir a fumar al parque ahorrándote la papelina.
No sé lo que se ha metido en el cuerpo pero luego Hee está tendida en la playa. Yo hago lo mismo sobre el sofá, pero sin confiarme que el aire acondicionado y el cine de autor coreano combinan muy mal.
Pues ya está, ya me he tragado un par de películas de Hong Sansoo -ésta y, el año pasado, 'La mujer que escapó'- que tienen exactamente el mismo desarrollo, personajes, dirección escénica y situaciones (casi) idénticas.
Coño, ¿ya son las diez?? Por eso no me gusta ver películas coreanas a mediodía. Por suerte tengo programada la tele para que se apague sola cuando me quedo frito mirándola.
Qué calor hace en la calle, ¿no?
antonio lopez herraiz
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