Seamos sinceros. Si alguien en 2021 se atreviera a rodar esta película con este guión, lo descuartizaríamos sin piedad. Porque la cosa es inverosímil a más no poder. Además, el psicoanálisis es un disparate pseudocientífico de por sí, pero la utliziación absolutamente burda y chorra que se hace aquí de él ya es para morirse. No puedes tener la más mínima pretensión de seriedad. Y ese Peck que se desmaya de continuo está francamente horrible. No es mi actor favorito, pero es que aquí se sale de lo mal que está, aparte de no tener ninguna química con Bergman. En resumen, quitando algunos logros visuales y demás, no hay por dónde cogerla. ¿Que Hitchcock podría decir "solo es una película y me cago en la coherencia"? Pues vale. Pero considerarla una obra maestra me parece una auténtica pasada. Y ha envejecido bastante mal. Lo siernto, pero tenía que decirlo.