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Voto de vazquezvarela:
8
Western. Intriga Pocos años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar al pueblo de Red Rock, donde Ruth entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido ... [+]
27 de enero de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como de costumbre, voy a empezar rajando de la traducción del título. The Hateful Eight es un título a mi entender maravilloso, porque además de estar fuertemente relacionado con la trama y de ser muy sonoro, permite ese bello juego de palabras de cambiar Hateful por h8ful, lo que nos recuerda que casualmente es la octava película de su director. Pues bueno, ya que deciden traducirlo (que no hacía falta), pues que lo hagan bien: Los Odiosos Ocho. A ver, ¿desde cuándo en castellano se pone el adjetivo antes del nombre? Qué cabreo.

En fin, tenía que soltarlo, que sino reventaba. Por suerte, pude verla en versión original, a mi parecer imprescindible en todas las películas, y más en esta. Eso sí, no la pude ver en los gloriosos y famosos 70mm. El caso, vamos a lo que vamos. Tarantino sabe que es Tarantino y qué es ser Tarantino, por eso en esta película, como digo en el título, es más Tarantino que nunca. Si creéis que he agotado la palabra "Tarantino", estáis muy equivocados. Decía que en esta su octava película nos encontramos a un Tarantino totalmente desatado, con la libertad a la que nos tiene acostumbrados y, por supuesto, el estilo de siempre. "Es que Tarantino solo sabe hacer lo de siempre...", puede, pero lo hace mejor que nadie. Nuestro querido Quentin nunca fue un hombre al que le gustase cambiar mucho: ni de actores, ni de duración del metraje, ni de estructura, ni del tema de la violencia o el racismo y, por supuesto, de estilo. Decía Hitchcock que el estilo es solo autoplagiarse a uno mismo, y razón no le faltaba.

Ya que estamos con citas, seguimos: decía la crítica de cine Desirée de Fez que la evolución de Tarantino como director no pasaba por la ruptura, sino por el perfeccionamiento. Es decir, su intención es que su estilo siempre sea el mismo, pero cada vez mejor. Personalmente, creo que en la segunda mitad del filme el director norteamericano alcanza las cotas más altas de su cine. 100% tarantiniano. No digo que la otra mitad no sea digna o propia de él, sino que es de inferior calidad o, al menos, de menos espectacularidad. Son lujos que solo se pueden permitir unos pocos.

En Hateful nos encontramos una historia cocinada a fuego lento, muy lento, tanto que parece que el fuego no está encendido y, con toda la nieve que hay en pantalla, nos deja un poco fríos. Al llegar los personajes a la cabaña, con la lumbre de la chimenea de fondo, la cosa empieza a coger calorcillo. Y es ahí, cuando ya estamos cómodos, cuando Tarantino echa toda la leña al fuego. Y cuando digo toda, es toda. Golpes, tiros, violencia, sangre, insultos, violencia, veneno, cuchillos, violencia... Y un poco más de violencia.

Hablando sobre la violencia, decía el propio Tarantino que si vas a ver una película suya, sabes que va a haberla; que es como si vas a un concierto de Metallica y les pides que bajen el volumen. Más razón que un Santo. Quentin también sabe que la banda sonora es del eterno Ennio Morricone, por eso le deja tiempo y espacio para lucirse. Siendo honestos, el filme dura 3 horazas porque así lo quiso su director, porque tranquilísimamente podría haber durado menos. A la primera hora y media le cuesta aguantarse por sí sola. Una vez llega la otra hora y media, se lo perdonas todo y te da ya más igual.

¿Qué más cosas sabe Tarantino? Pues por ejemplo, que Samuel L. Jackson es una de las personas más molonas sobre la faz de la tierra, y por eso siempre le da papeles molones. Realmente, todo el elenco actoral está a muy buen nivel, quizás destacando al ya mencionado Samuel, al bigotudo Kurt Russel y a la brutal Jennifer Jason Leigh. Todos sacan lo mejor de sí mismos y hacen suyos los fantásticos diálogos del guión.

Resumiendo, si vas a ver The Hateful Eight vas a ver una película de Tarantino, así que ya sabes más o menos lo que hay, tanto en lo bueno como en lo malo. A mi personalmente es un estilo que me atrae mucho, por su dinamismo, originalidad, humor y, sobre todo, violencia. Pienso que con mayor trabajo de tijeras habría quedado una película mejor, pero aun así se encumbra como una de sus mejores obras. Por cierto, he dicho 13 veces "Tarantino" (14 con esta) en lo que va de crítica, muchas menos de la mitad de veces que se dice "nigga" en la película. Muy Tarantino. Mierda, 15.
vazquezvarela
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