No, no, no... así no vamos a ningún lado. Ni yo ni el señor Guillermo del Toro, el cual nos plasma una película con una escenografía muy interesante y un juego de luces muy cuidado apoyado en una fotografía curiosa, pero también una película tremendamente irregular, con una cantidad de lagunas argumentales como hacía tiempo que no veía.

Y yo tampoco voy a ninguna parte porque entré mal en faena, pensando que sería una película de terror de fantasmas un poco más al uso. El propio Guillermo del Toro parecía avisar mediante su protagonista principal, una escritora que se tira media introducción repitiendo que su novela "no es una novela de fantasmas, son meramente una metáfora". Si bien tanto incidir en dicha idea ya me puso con la mosca detrás de la oreja, seguí viéndola como un quinceañero esperando algún que otro bote repentino.

No es que me sintiera estafado por el cambio de del Toro, aunque uno recuerda el trailer y bueno, quizá espera otra cosa. El terror en esta ocasión se encuentra en la historia, y como digo la misma tiene demasiadas lagunas. Tampoco ayuda un reparto que no pintaba mal pero que se acaba desinflando por unos personajes mal tratados. Únicamente salvable Jessica Chastain aunque su papel sea un tanto tópico.

Vamos, que entre que el señor Guillermo del Toro estaba más pendiente de que la película estuviera bien hecha en lugar de revisar un poco lo que estaba contando, y que yo entré a pie cambiado, el resultado final fue bastante decepcionante.