Brad interpreta a un sacerdote que terriblemente es el sospechoso de la muerte de de su hija ilegitima, tras ser el principal sospechoso del asesinato el mismo empieza a investigar el caso hasta descubrir cosas increíbles (no lo puedo contar). La película en si es una obra maestra y bien dirigida y sobre todo interpretada magistralmente por el increíble actor Brad Dourif. La película es muy entretenida y si a esto le sumas el gran misterio, es decir la trama te tiene atrapado de principio a fin. Recomiendo que sus ojos y su mente experimente buen cine, recomiendo ver esta grandiosa película.