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España España · Granada
Voto de Baussant:
8
Drama. Comedia. Intriga Un profesor de literatura francesa, desalentado y hastiado por las insulsas y torpes redacciones de sus nuevos alumnos, descubre entusiasmado que, por el contrario, el chico que se sienta al fondo de la clase, muestra en sus trabajos un agudo y sutil sentido de la observación. Este chico, que se siente extrañamente fascinado por la familia de uno de sus compañeros, escribirá, animado por el profesor, una especie de novela sobre esa ... [+]
17 de marzo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una relación necesaria y autodestructiva como la que cualquier creador necesita con su obra es lo que usa François Ozon para lanzar un relato sobre la delgada línea entre realidad y ficción y las clases sociales. Basado en una obra teatral de Juan Mayorga, no deja de lado tampoco el componente erótico, los dilemas morales, los deseos reprimidos y cierto grado de misterio, algo habitual en su filmografía. Así pues, el director francés trata la atracción sideral que ejerce la clase media, la familia paradigmática, sobre el chico desfavorecido y el profesor intelectual, y cómo estos acaban pervirtiéndola, degenerándola. Quizás por esa necesidad de vivir otra vida, ese grado de vouyerismo que en cierto modo lleva todo el mundo, los personajes se posicionan en torno a esa casa que sirve de eje de la narración. Algo de lo que también participa el espectador en el momento en que Claude se dirige a él, rompiendo la cuarta pared e incluyéndolo de alguna forma en el círculo. Es interesante ver también como en una película con un fondo ciertamente oscuro y turbio las dosis de humor funcionan muy bien sin parecer fuera de tono, amenizando y relajando en ciertos momentos.

La realidad se ve adulterada, la verdad se diluye en cuanto esta pasa a ser contada en un relato escrito. Algo que muestra perfectamente Ozon con los planos en los que Germain invade la escena y transforma la supuesta invención de Claude con unos juegos visuales muy conseguidos. Con esta ruptura de diégesis narrativa y alejado de los convecionalismos formales el realizador se acerca al cine de Buñuel como de nuevo hará en Jeune et Jolie (2013) o a la metaficción más hermética y cercana a la Nouvelle Vague como Trans-Europ-Express (Alain Robbe-Grillet,1966). También está presente el vouyerismo hitchcockniano de La ventana indiscreta (1954) con lo que de cierta manera se completa la base del cine moderno.

El punto negativo de la cinta se encuentre en la subtrama de la galería, que si bien sirve para entender mejor a la pareja intelectual no acaba aportando mucho a la historia principal más cuando esta tiene tanta fuerza. Aun así, a través de los giros y secretos que salen a la luz la historia irá degenerando e inevitablemente desembocará en un desenlace que arrastra consigo a todos los personajes incluyendo al mismo espectador, que siente la necesidad de seguir mirando en ese final tan simbólico. Mientras se va cerrando el plano queremos ver más de los habitantes de cada cubículo del edificio, nos fijamos, queremos más, que no se vaya a negro. Son historias normales, de gente corriente, pero son las mejores, las que nos provocan anhelo, tristeza y alegría, las que nos mantienen pegados a la pantalla.
Baussant
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