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Voto de Cinemagavia:
7
Drama. Fantástico Alice (Emily Beecham) es una madre soltera que cría plantas en una empresa que busca desarrollar nuevas especies. Es la responsable del exitoso último diseño de su compañía: una bella planta de gran valor terapéutico: si se encuentra en las condiciones óptimas, garantiza a quien la consuma sentir algo parecido a la felicidad. Un día, Alice decide ir en contra de las normas de su empresa y lleva una planta a Joe (Kit Connor), su hijo. ... [+]
5 de mayo de 2020
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La invasión happy flower

Se puede considerar a Little Joe como un remake apócrifo de La invasión de los ladrones de cuerpos o de los ultracuerpos según sea la versión que prefiramos entre las cinco adaptaciones existentes de la novela escrita por Jack Finney. Aquí las vainas llegadas del espacio se sustituyen por una flores que inoculan un sentimiento de felicidad que transforma a sus huéspedes, lo que también nos llevará a recordar el futuro propuesto en Un mundo feliz de Aldous Huxley.

Estamos ante una obra de ciencia-ficción atípica. A través de una puesta en escena minimalista que juega con el contraste en su paleta de colores, la directora austriaca Jessica Hausner, nos introduce en un relato distópico, pero absolutamente reconocible. Haciendo uso del ritmo contemplativo y autoral de una película indie, se sirve de los códigos del cine fantástico para generar un suspense que flota constantemente en la atmósfera.

*La maternidad culpable

La historia de Little Joe resulta tan perturbadora como satírica. La búsqueda de la felicidad se vuelve una trampa que convierte a las personas en seres alienados que viven al margen del contacto real con los sentimientos humanos. Eso sirve a Hausner para reflexionar sobre el mundo actual y la manera que tenemos de relacionarnos. En una era tremendamente tecnológica, las apariencias y los disfraces ofrecen una visión distorsionada de nuestra verdadera realidad emocional.

La sociedad del happy flower (nunca mejor dicho), se muestra aquí como una secta terrorífica que abduce nuestra capacidad de sentir y disentir. También, hay en la película un tratado sobre la maternidad y la educación de nuestros hijos. La obligación social que tienen las mujeres de anteponer el cuidado de sus hijos por encima de sus aspiraciones profesionales, genera un conflicto de culpabilidad.

*El negocio de la felicidad

Esta extraña y sutil fábula social o, si se prefiere, esta alegoría sarcástica sobre el conformismo colectivo, transita con sutileza por el territorio del cine fantástico. Su puesta en escena es arrebatadora. Little Joe contiene una fotografía estupenda de Martin Gschlacht (Goodnight Mommy, Spiele Leben), entre lo bello y lo aséptico. Así como un tratamiento sonoro y musical tan arriesgado como provocativo. En ese aspecto se acerca al cine experimental o incluso puede recordar a los bunraku (teatros de marionetas japoneses).

La banda sonora de Little Joe no es una composición original para la película, se han escogido con esmero algunos temas compuestos por el músico japonés, ya fallecido, Teiji Ito. En concreto los compuso en 1971 para su álbum Watermill, que servía como música para un ballet de danza contemporánea de Jerome Robbins. Como curiosidad extra, comentar que la canción de los títulos de crédito finales es de Markus Binder y nada menos que se titula HappinessBusiness (El negocio de la felicidad). Toda una declaración de intenciones de la directora sobre la invasión comercial de los llamados productos saludables y una buena bofetada al postureo espiritualista.

*Conclusión

Little Joe es una fábula satírica y perversa sobre la obligatoriedad social de mostrar nuestra felicidad a los demás. La directora austriaca Jessica Hausner utiliza los códigos de la ciencia-ficción, para regalarnos un remake apócrifo de La invasión de los ladrones de cuerpos, con el componente botánico de La tienda de los horrores, donde le importa más el concepto que el desarrollo intrínseco de una trama.

Con una tremenda sutileza y una mala leche casi imperceptible a primera vista, nos habla sobre la desnaturalización del ser humano en la sociedad actual. Sobre como la necesidad de mantener las falsas apariencias, nos transforman en seres alienados que se relacionan entre ellos de manera superficial. El dolor se oculta, la felicidad resulta artificial. También busca hacer un retrato inusual sobre la maternidad. Sobre el deber impuesto a las mujeres de cuidar a sus hijos por encima del crecimiento personal o profesional.

Little Joe tiene un tratamiento estético y sonoro hipnótico. Todo sucede en un entorno que incide en lo aséptico y minimalista, pero la fotografía utiliza el contraste de los colores para resaltar los detalles y crear unos planos de gran belleza plástica. El carácter experimental de la banda sonora te transporta a un mundo donde lo tangible se vuelve onírico. La película será como una semilla que germinará en tu cerebro. Más allá de las sensaciones que te provoque mientras la veas, se convertirá en un organismo vivo en tu recuerdo.

Escrito por Daniel Farriol
Cinemagavia
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