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Voto de Cinemagavia:
8
Terror. Thriller Cuando una joven estadounidense es enviada a Roma para iniciar una vida de servicio a la Iglesia, se topa con una oscuridad que pone en cuestión su propia fe y descubre una conspiración aterradora que espera provocar el nacimiento de la encarnación del mal. Precuela de 'La profecía' (1976). (FILMAFFINITY)

6 de abril de 2024
25 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La maldad como censura

Históricamente, el cine de posesiones (y, quizá, el cine en general) ha estado determinado por la concepción heteronormativa y profundamente masculina de lo que una mujer debe ser. Por ello, son multitud de películas las que se hacen servir de la figura del diablo y las entidades demoníacas. De esta manera, representan a través del Maligno a una mujer que transgrede la moral tradicional y atenta contra el orden establecido.

En ‘Madre Juana de los Ángeles’ (Matka Joanna od Aniolów, Jerzy Kawalerowicz, 1961), las monjas poseídas intentan seducir al sacerdote enviado para exorcizarlas. En ‘Posesión’ (Possession, Andrzej Zulawski, 1981) el sexo tiene un componente monstruoso que pervierte a las mujeres. O en ‘Posesión infernal: El despertar’ (Evil Dead Rise, Lee Cronin, 2023), mucho más recientemente, una Ellie ya dominada por los deadites exclama “Ellie waits in Hell for you and your unborn bastard baby”. El sexo, el embarazo, el disfrute y la libertad son pecados que condenan a las mujeres al despoje de sus identidades en pro de El Mal.

La protagonista de La primera profecía es una cándida monja estadounidense que llega a una Italia desbordada por las protestas sociales tras la llamada de uno de sus mentores de la infancia. Margaret, Nell Tiger Free (‘Servant’, ‘Juego de Tronos’), explica que era una joven muy rebelde y que la fe la salvó de ir por el camino equivocado. Por ello, hace buenas migas con Carlita (Nicole Sorace). Esta niña también tiene un patrón de comportamiento diferente y es educada para que aprenda a ser una buena chica.

*Dar lugar a la reflexión

Stevens predispone una serie de elementos que evidencian la relación entre la libertad y el mal, realizando una nada sutil crítica al férreo control religioso. Es el caso, por ejemplo, del lúbrico lametón que Carlita le da a Margaret y que, más tarde, la religiosa le propicia a Paolo (Andrea Arcangeli). Un recuerdo de que sus condiciones de niña y monja no las hacen menos pecadoras. De hecho, son un receptáculo del mal y, en cierta manera, sus existencias son meros reflejos la una de la otra. La manera en que la congregación se comporta con Carlita deja expuesto también cómo trataron a Margaret. Y a todas las demás.

La primera profecía se atreve a señalar el carácter institucional de la violencia ejercida por la Iglesia. Aunque recalca que, efectivamente, hay cristianos que luchan contra el Mal, deja en evidencia la necesidad de la institución católica de controlar a sus feligreses a través del miedo. “La fe es poder”, comenta Ralph Ineson como el padre Brennan.

La película repite y explicita tanto su discurso que, quizá, sería más interesante poder tener un poco de espacio para reflexionar sobre él. Como espectadoras, nos tragamos unas ideas tan masticadas que no es necesario ni siquiera pensar en qué estamos comiendo. En ocasiones, parece más importante la recepción del mensaje que el contenido en sí. Los diálogos sobre explicativos resultan un tanto artificiales.

*Spoiler

*Tener miedo VS dar miedo

El terror opera a diferentes niveles en La primera profecía. En un primer lugar, se genera una inquietud con respecto al tenso ambiente del hogar en el que convive la protagonista. La crítica a la Iglesia como institución es palpable, aunque no es el único elemento que propicia el miedo. Se hace especial hincapié en la infancia, con muchos planos de niñas y adolescentes. Las niñas son, precisamente, el futuro. Un futuro enviciado por una conspiración demoníaca y un ambiente social extremadamente hostil.

Por otra parte, la cinta explota el terror corporal. La directora luchó por la clasificación R y, así, no tuvo que comprometer ninguna de las imágenes. Las muertes son brutales, desde el inicio hasta el final. Pero las secuencias relativas al embarazo y al parto son lo más destacable. La manera en que se resalta el cambio casi alienígena en el físico de las mujeres, el Mal naciendo directamente de la matriz. Incluso la idea de dominación de los sacerdotes, domando la sonrisa de las embarazadas a base de drogas. Risa que, también, acaba completamente pervertida. Ni su felicidad es suya, la maldad ya lo ha corrompido todo.

La sociedad polarizada y reivindicativa domina la pantalla en sus escenas, especialmente esa en la que Margaret se pierde entre la manifestación. Mas nunca deja de estar en un segundo plano. En los medios de comunicación, en las calles, en los diálogos. Es importante recalcar que en la Roma del 1971, Italia estaba sumida en los "años del plomo". En este período de cambios políticos y sociales proliferaron las protestas laborales y estudiantiles. Se exigía una serie de derechos y libertades para la clase obrera que, hasta ese momento, no tenían garantizados. Este planteamiento está directamente relacionado con la voluntad controladora de la Iglesia. Con el miedo pueden controlar mejor las amenazas.

*Es una precuela, lo hemos entendido

Arkasha Stevens dirige una muy sólida película independiente dentro de su universo de terror. Al menos, hasta que llega el tramo final. Ahí, se recurre a una constante mención y alusión a obras antecesoras. Se rompe con el dinamismo de la película, recayendo en un lenguaje cinematográfico más vago para forzosamente hacer que La primera profecía encaje como precuela de 'La profecía'.

El sobreesfuerzo por conectar la cinta en su saga se nota. Hay una necesidad superior, que no la pide ni la narrativa ni la imagen, por introducir diferentes elementos que asienten la película dentro de una filmografía concreta. No era necesario relacionar directamente el final del filme con el inicio de la película original. Esto, desgraciadamente, resulta un tanto artificial y desentona con el ritmo y la esencia general.

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Escrito por Ana Aliaga Díaz
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cinemagavia
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