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Voto de Cinemagavia:
6.968
Serie de TV. Animación. Fantástico. Aventuras
Serie de TV (2005-2008). 3 temporadas. 61 episodios. El mundo está dividido en cuatro naciones, correspondientes a los cuatro elementos: La Tribu del Agua, El Reino de la Tierra, la Nación del Fuego y los Nómadas del Aire. En cada nación hay una notable orden llamada de los "Maestros" que aprenden a potenciar su talento nato y manipular su elemento nativo, combinando artes marciales y magia elemental. En cada generación, sólo un Maestro ... [+]
20 de junio de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El contenido
Avatar: The Last Airbender presenta el aspecto mágico del dominio de los elementos (agua, fuego, aire y tierra) para el combate o la vida diaria. Esta idea entretiene y es atractiva pero a medida que transcurre los episodios, el espectador percibe que no es el tema principal de la serie. Este es el totalitarismo.
Hay que aplaudir el mérito de los creadores en profundizar un tema de este calibre para un público infantil, mediante el estudio previo no solo de este punto sino de los subtemas que lo acompañan: la amistad; la familia mediante la relación entre padres-hijos, tíos-sobrinos y entre hermanos; el manejo de las emociones como la alegría, la frustración, la tristeza y el enojo.
La influencia de la cultura asiática es latente en Avatar: The last airbender, no solo con la espiritualidad (budismo, taoísmo, hinduismo) sino la geografía, la alimentación, el vestuario y las diferentes artes marciales para cada elemento. El agua está inspirado en el Tai-Chi, la tierra en el Hung Gar, el fuego en el Northern Shaolin King Fu, y el aire en Ba Gua.
Asimismo, el subtema ambientalista se mezcla con la discriminación de género y el empoderamiento femenino; el filosófico al hablar sobre el existencialismo, la muerte, la pérdida, el libre albedrío, la responsabilidad, el destino, el honor y el rol social.
*El totalitarismo
Un tópico tan complejo, es explorado en Avatar: The last airbender a través del poder, la obsesión, el sufrimiento, la manipulación, el rencor, el miedo, la venganza, la tristeza, la guerra, las armas y la tecnología al servicio del poder, la pobreza, el idealismo y los efectos psicológicos en los habitantes y prisioneros.
El totalitarismo como sistema político se refleja en la guerra que lleva a cabo la Nación del Fuego sobre el resto de las poblaciones. Se muestra un panorama de los efectos que tiene este tipo de regímenes y se aplaude el riesgo que corren los creadores al hablar sobre este tópico un tanto incómodo para la sociedad actual.
El enfrentamiento deriva en el genocidio o el colonialismo. Además, aquellos que son conquistados, ven borrados sus pasados con el cambio de la arquitectura y las tradiciones, el control político sobre sus ciudadanos, la implementación de la propaganda y una educación ideologizada, el chantaje a los pueblos vecinos, la disminución de la libertad individual y el culto al líder.
Pese a la violencia del tema (que es fuerte si se toma en cuenta el público original de Nickelodeon), Avatar: The Last Airbender presenta modos para acabar con esta situación, sea por medio de la unión de diversos pueblos y en el rol pacifista de Aang. Aang es el Avatar que tiene 12 años y enfrenta una encrucijada entre su niñez, sus valores y el deber de su rol ante el conflicto.
*Las naciones
Los creadores han querido añadir a cada nación en Avatar: The Last Airbender determinadas cualidades. Aquellos que dominan el elemento aire se les llaman nómadas, viven en templos aislados de la civilización. Existieron 4 templos (norte, sur, este, oeste). Su finalidad es la espiritualidad. Y claro, esto produjo un notable aislamiento del resto del mundo. Solo sobrevive Aang.
Aquellos que dominan el agua se les llaman tribus y hay tres: norte, sur y los pantanos. El sur hay pocos debido a que fueron los primeros en ser atacados. Pese a que tienen un marcado sentido de comunidad, la estructura social tiene una visión sexista de roles que limita la participación de las mujeres a determinadas tareas.
Los de tierra son más extensos y numerosos. Se les llama Reinos porque son varios y uno sobresale: Ba Sing Se. Están divididos en clases sociales. La Nación del Fuego es manejado como una monarquía y ellos son los que apuestan por la tecnología (una clara referencia a la Revolución Industrial).
*La producción
Con el tamaño del contenido, se aplaude la investigación y la estructura de la narración. Esto, además, se complementa con el estilo de la animación y la banda sonora que suman las fortalezas de Avatar: The Last Airbender.
Avatar: The Last Airbender tiene su propia identidad gráfica pues fueron realizadas por JM Animation, DR Movie y MOI Animation en Corea del Sur, siguiendo los bocetos de los creadores. El estilo de animación no es anime ni busca imitarlo, solo inspira para añadir algunas expresiones faciales de los personajes. Quizás la referencia más cercana sean las animaciones de Hayao Miyazaki.
Un dato curioso de la serie es que los creadores pidieron a Sifu Kisu crear un estilo auténtico de combate para cada elemento. Y él realizó ejercicios y vídeos para que los creadores y animadores practicaran, y así estuvieran al tanto de cómo dibujar cada movimiento. Cada escena de combate es diferente, siendo esta una cualidad añadida. No hay repetición ni reciclaje de movimientos.
*Conclusión
La suspicacia que genera en los fanáticos el live-action que prepara Netflix tiene un motivo: el fracaso de la película de M. Night Shyamalan del 2010. Sin importar las promesas de los creadores de extender las tramas y cerrar algunas que no fueron explicadas (como la madre de Zuko), la serie animada Avatar: The Last Airbender posee una narrativa tan profunda que va más allá del público infantil. Cualquiera se conecta con ella de inmediato. Su autenticidad la hace merecedora de ser llamada la mejor serie animada.
Escrito por Ana Carolina De Jesus Dos Ramos
Avatar: The Last Airbender presenta el aspecto mágico del dominio de los elementos (agua, fuego, aire y tierra) para el combate o la vida diaria. Esta idea entretiene y es atractiva pero a medida que transcurre los episodios, el espectador percibe que no es el tema principal de la serie. Este es el totalitarismo.
Hay que aplaudir el mérito de los creadores en profundizar un tema de este calibre para un público infantil, mediante el estudio previo no solo de este punto sino de los subtemas que lo acompañan: la amistad; la familia mediante la relación entre padres-hijos, tíos-sobrinos y entre hermanos; el manejo de las emociones como la alegría, la frustración, la tristeza y el enojo.
La influencia de la cultura asiática es latente en Avatar: The last airbender, no solo con la espiritualidad (budismo, taoísmo, hinduismo) sino la geografía, la alimentación, el vestuario y las diferentes artes marciales para cada elemento. El agua está inspirado en el Tai-Chi, la tierra en el Hung Gar, el fuego en el Northern Shaolin King Fu, y el aire en Ba Gua.
Asimismo, el subtema ambientalista se mezcla con la discriminación de género y el empoderamiento femenino; el filosófico al hablar sobre el existencialismo, la muerte, la pérdida, el libre albedrío, la responsabilidad, el destino, el honor y el rol social.
*El totalitarismo
Un tópico tan complejo, es explorado en Avatar: The last airbender a través del poder, la obsesión, el sufrimiento, la manipulación, el rencor, el miedo, la venganza, la tristeza, la guerra, las armas y la tecnología al servicio del poder, la pobreza, el idealismo y los efectos psicológicos en los habitantes y prisioneros.
El totalitarismo como sistema político se refleja en la guerra que lleva a cabo la Nación del Fuego sobre el resto de las poblaciones. Se muestra un panorama de los efectos que tiene este tipo de regímenes y se aplaude el riesgo que corren los creadores al hablar sobre este tópico un tanto incómodo para la sociedad actual.
El enfrentamiento deriva en el genocidio o el colonialismo. Además, aquellos que son conquistados, ven borrados sus pasados con el cambio de la arquitectura y las tradiciones, el control político sobre sus ciudadanos, la implementación de la propaganda y una educación ideologizada, el chantaje a los pueblos vecinos, la disminución de la libertad individual y el culto al líder.
Pese a la violencia del tema (que es fuerte si se toma en cuenta el público original de Nickelodeon), Avatar: The Last Airbender presenta modos para acabar con esta situación, sea por medio de la unión de diversos pueblos y en el rol pacifista de Aang. Aang es el Avatar que tiene 12 años y enfrenta una encrucijada entre su niñez, sus valores y el deber de su rol ante el conflicto.
*Las naciones
Los creadores han querido añadir a cada nación en Avatar: The Last Airbender determinadas cualidades. Aquellos que dominan el elemento aire se les llaman nómadas, viven en templos aislados de la civilización. Existieron 4 templos (norte, sur, este, oeste). Su finalidad es la espiritualidad. Y claro, esto produjo un notable aislamiento del resto del mundo. Solo sobrevive Aang.
Aquellos que dominan el agua se les llaman tribus y hay tres: norte, sur y los pantanos. El sur hay pocos debido a que fueron los primeros en ser atacados. Pese a que tienen un marcado sentido de comunidad, la estructura social tiene una visión sexista de roles que limita la participación de las mujeres a determinadas tareas.
Los de tierra son más extensos y numerosos. Se les llama Reinos porque son varios y uno sobresale: Ba Sing Se. Están divididos en clases sociales. La Nación del Fuego es manejado como una monarquía y ellos son los que apuestan por la tecnología (una clara referencia a la Revolución Industrial).
*La producción
Con el tamaño del contenido, se aplaude la investigación y la estructura de la narración. Esto, además, se complementa con el estilo de la animación y la banda sonora que suman las fortalezas de Avatar: The Last Airbender.
Avatar: The Last Airbender tiene su propia identidad gráfica pues fueron realizadas por JM Animation, DR Movie y MOI Animation en Corea del Sur, siguiendo los bocetos de los creadores. El estilo de animación no es anime ni busca imitarlo, solo inspira para añadir algunas expresiones faciales de los personajes. Quizás la referencia más cercana sean las animaciones de Hayao Miyazaki.
Un dato curioso de la serie es que los creadores pidieron a Sifu Kisu crear un estilo auténtico de combate para cada elemento. Y él realizó ejercicios y vídeos para que los creadores y animadores practicaran, y así estuvieran al tanto de cómo dibujar cada movimiento. Cada escena de combate es diferente, siendo esta una cualidad añadida. No hay repetición ni reciclaje de movimientos.
*Conclusión
La suspicacia que genera en los fanáticos el live-action que prepara Netflix tiene un motivo: el fracaso de la película de M. Night Shyamalan del 2010. Sin importar las promesas de los creadores de extender las tramas y cerrar algunas que no fueron explicadas (como la madre de Zuko), la serie animada Avatar: The Last Airbender posee una narrativa tan profunda que va más allá del público infantil. Cualquiera se conecta con ella de inmediato. Su autenticidad la hace merecedora de ser llamada la mejor serie animada.
Escrito por Ana Carolina De Jesus Dos Ramos
