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Voto de Cinemagavia:
6
Drama. Intriga A un joven y ambicioso agente del FBI, Jack Solomon (Jack O'Connell), le encargan investigar a la estrella de cine francesa Jean Seberg, cuando la actriz se ve envuelta en el tumultuoso movimiento por los derechos civiles a finales de la década de 1960 en Los Ángeles. La relación de Seberg con el activista de los derechos civiles Hakim Jamal (Anthony Mackie) la convirtió en blanco de los despiadados intentos del FBI de interrumpir, ... [+]
2 de abril de 2020
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Jean Seberg, actriz y activista

Seberg más allá del cine se suma al conglomerado de biopics que rescatan las proezas olvidadas de una gran estrella del pasado. En este caso, de la actriz Jean Seberg, idolatrada sobre todo en Francia a mediados del siglo pasado. Su trayectoria cinematográfica queda a la sombra, quizá, de sus ideales sociales. Y es que Seberg vivió un auténtico infierno al afiliarse con los Panteras Negras en una de las décadas más oscuras de la guerra por los derechos civiles en Estados Unidos.

La película de Benedict Andrews retrata los estragos de la joven actriz al regresar a su país natal, así como sus primeros contactos con los derechos de la población negra. Sin embargo, lo hace de una forma demasiado superficial. No nos permite adentrarnos como es debido en la psique de Jean Seberg, sino que nos muestra fragmentos de lo que la puso en el punto de mira y deja que el espectador construya su propio retrato.

Al carecer de contexto previo, nos encontramos directamente con la Seberg que apoya a los activistas negros estadounidenses. Una visión a todas luces externa, que nos da la misma intrusión en sus motivaciones que si hubiéramos leído los titulares de la prensa de la época. “Famosa actriz se alinea con los Black Panther y sale mal”, reza el filme dirigido por Benedict Andrews. Nos hace preguntarnos si él mismo ha entendido a la celebridad antes de plasmar su vida en pantalla.

*Una película muy inferior a la estrella que representa

La mediocridad de su director y sala de guionistas es lo que termina por empobrecer una cinta que, de otro modo, podría haber sido admirable. Tiene una estética atractiva y hay algún que otro empleo de la cámara que sugiere buenas ideas, pero Seberg más allá del cine se queda solo en una historia interesante. Tampoco los diálogos la ayudan a crecer: faltos de toda emoción y originalidad, parece que el reparto está luchando constantemente por hacerse ver a pesar de las palabras que recitan.

Si es que hay algo que la haga destacable es precisamente ese casting rematadamente acertado que tiene. Desde la protagonista, interpretada por una más que curtida Kristen Stewart, hasta los secundarios a los que dan vida Jack O’Connell (Skins, Invencible), Margaret Qualley (Érase una vez… En Hollywood), Anthony Mackie (Capitán América: Soldado de invierno, Altered Carbon) y Zazie Beetz (Deadpool, Joker).

De hecho, es posible —y adecuado— recomendar Seberg más allá del cine casi exclusivamente gracias al reparto, con una ligera concesión al departamento de vestuario. Los looks que se marcan los personajes durante toda la historia consiguen llevarnos a otra época y mantener una imagen de agradecimiento visual que compensa un poco sus errores en otros planos.

*El renacer de dos estrellas adolescentes

Seberg no es la primera vez de Kristen Stewart en el terreno de los biopics. Hace diez años se metió en la piel de la mítica Joan Jett, en la que fuera una de las primeras películas de la actriz más allá de la saga Crepúsculo. Ahora, consolidada ya como una figura a la que tener en cuenta en el panorama festivalero, Stewart se lanza a interpretar a una de las figuras más trágicas del cine de los años sesenta. Y qué bien lo hace.

Tras la campaña de desprestigio y humillación que sufrió por protagonizar la exitosa saga de películas adolescentes, Kristen Stewart se volcó en su pasión por el cine indie. En el último año, su popularidad ha registrado un repunte importante con su aparición en la espectacularmente mediocre Ángeles de Charlie, y Underwater. Ha abrazado su lado más rebelde y queer y, con ello, ha atraído a toda una generación de jóvenes dispuestos a convertirla en un ídolo.

Con Seberg más allá del cine, Stewart se reafirma en su posición de interpretar exclusivamente roles en los que se pueda sentir cómoda o identificada —en sincronía con la propia Jean Seberg—. Lo hace en compañía de otro mito adolescente caído en el olvido y las sombras de la industria cinematográfica.

Se trata de Jack O’Connell, el que fuera hace ya demasiado tiempo, uno de los incorregibles miembros de Skins. Al contrario que algunos de sus compañeros de la primera generación, como Dev Patel o Nicholas Hoult, O’Connell no logró sobrepasar a su personaje juvenil. Angelina Jolie lo rescató para el papel protagonista de su segunda entrega como directora, Invencible, donde demostró un talento interesante. Ahora, nos deleita con un personaje terriblemente escrito en Seberg más allá del cine.

*‘Seberg más allá del cine’ y de la paranoia

Benedict Andrews no sabe retratar la personalidad de Jean Seberg en una película que se queda muy escasa. Seberg, que nos tocó de cerca al protagonizar un filme con Marisol en los años setenta —sin duda, hubieron de llevarse bien entre ellas—; que se convirtió en víctima colateral de una guerra que no le pertenecía, pero en la que se involucró igualmente. Hoy hubiera sido un icono a caballo entre la figura del salvador blanco y la idolatría social. En los sesenta, fue solo otra mujer a la que los medios difamaron y la sociedad repudió.

Es una pena que Seberg más allá del cine no sepa reproducir mejor su figura. No obstante, habrá servido de algo si anima a los espectadores a bucear en los océanos de información y conspiración sobre la interesantísima Jean Seberg.

Escrito por Ana Pastor
Cinemagavia
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