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Voto de Cinemagavia:
7
Drama Alemania, año 1945, justo antes del final de la Segunda Guerra Mundial. Anna y su hijo Felix, de 11 años, huyen de la bombardeada Múnich hacia el campo. Mientras que Anna sufre haciéndose pasar por una nacionalsocialista convencida, Felix se siente cada vez más seducido por la propaganda nazi y sus partidarios. La película está basada en los recuerdos de la infancia del guionista Josef Einwanger.

24 de agosto de 2021
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La peculiar visión infantil de una guerra

Quizás porque los adultos intentan proteger a los niños en todo momento, pero sobre todo en periodos de conflictos bélicos, la inocente visión de los hechos hace que sientan menos dramáticas esas situaciones.

Con esa ingenua visión, sorprende la increíble entereza y la aplastante lógica con la que piensan los niños de La sala de Cristal. El protagonista, Félix, interpretado maravillosamente por Xari Wimbauer, es un niño despierto y valiente. Acompaña a su madre, Anna, la famosa actriz Lisa Wagner, conocida sobre todo por una serie policíaca de éxito en Alemania, quien espera a su querido esposo que vuelva del frente occidental.

Bombardeada la ciudad de Múnich, decide volver al pueblo de su infancia mucho más seguro y con mejor calidad de vida para el niño. Allí se reencontrará con viejos conocidos y sus propios hijos, con los que Félix va a entablar amistad con cada uno de ellos.

Con Karri, Luis Vorbach, un adolescente con las mismas fanáticas ideas de su padre, el cacique del pueblo, no comenzará con buen pie. Vestido con el uniforme juvenil y la esvástica en el brazo, el cruel y despectivo muchacho, cambiará su actitud al ir conociendo mejor al pequeño.

Junto a la niña huérfana de padre Martha, Hanna Yoshimi Hagg, escribirá una carta dirigida al “Querido Sr. Führer” para que detenga la guerra y pueda volver su papá a casa.

*De héroe a traidor

Una delgada línea separa a los héroes de los traidores, tan sólo depende del punto de vista con que se mire. En La sala de cristal no se reflejan las sangrientas masacres ni la despiadada crueldad de la 2.ª Guerra Mundial. Más bien se trata del conflicto interno de un niño sobre el bien y el mal. El que tuvieron que afrontar todos los niños que crecieron durante el final de la contienda, asumiendo la culpa heredada de sus progenitores.

Lo de que “el fin justifique los medios” no es justo la mayoría de las veces. Y la deshumanización en nombre de los ideales, tampoco. La cándida mirada de los niños viendo como golpean hasta la muerte al enemigo, hará surgir varias preguntas. ¿Todo tipo de barbaridades se pueden cometer en tiempos de guerra? ¿La guerra es suficiente pretexto para convertirse en un monstruo?

La sala de cristal será el lugar donde Félix y sus amigos se aparten de la cruda realidad. El desván de un pajar, con numerosos cristales de colores colgando de cuerdas, será la puerta a su mundo, puro, sin maldad.

Al regreso del padre, Philipp Hochmair, surgirá la incertidumbre entre recibirle como un héroe o un traidor. Se deberá esconder en su propio hogar hasta que una brillante idea del niño, lo arregle todo. Eso, la noticia de la muerte de Hitler y la llegada de las tropas norteamericanas.

*Conclusión

Una bonita película a pesar de la recreación del drama de una guerra y los temas tratados.

La acertada interpretación de todos los personajes, junto a la fabulosa dirección, hacen de La sala de cristal una película para agradar a todos los componentes de una familia.

Los bucólicos escenarios de la campiña bávara, vistos desde tomas con drones, contribuyen a desdramatizar el horror cotidiano.

Sin duda un amable largometraje que puede ser visto por niños, a los que enseñará algunos valores como la amistad, la lealtad y el amor incondicional a la familia.

Escrito por Irene Abecia Navarro
Cinemagavia
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