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Voto de Cinemagavia:
7
Thriller. Terror Una mujer solitaria (Octavia Spencer) entabla amistad con un grupo de adolescentes y decide invitarles a una fiesta en su casa. Justo cuando los jóvenes piensan que su suerte no puede ir a mejor, una serie de extraños acontecimientos comienzan a suceder, poniendo en tela de juicio las intenciones de su nueva y misteriosa amiga. (FILMAFFINITY)
5 de junio de 2019
4 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La perversidad empalagosa tiene un nombre corto: Ma

El sótano de Ma tiene todos los elementos base de las historias de asesino psycho, un pueblito donde no pasa nada, perdido en la inmensidad de ningún lado, gente que se conoce de 20 generaciones, grandes espacios entre una y otra casa y una víctima de abusos por parte de prácticamente de medio pueblo.

En este circunspecto campo de la América profunda, obvio tiene que llegar la “hija pródiga” que enfrenta el regreso a las raíces tras de una no muy exitosa vida en la gran ciudad. La expectación de alguien recién llegado al pueblo es como siempre una causa de casi una fiesta nacional.

¿Qué podría sonar más inocente que un pueblo pequeño repleto de “conocidos”, donde una generosa mujer madura te ayuda para tener una pachanga llena de alcohol y otras cosillas y además te presta su sótano para reunirte en lugar de un incróspito lugar a campo abierto? No se necesitan muchos más elementos para ver que es el cebo perfecto para una juventud incauta y deseosa de alcohol.

Quiero serrrr tu amiiiiiiga…
Hasta para unos desorientados jovenzuelos tanta melcocha resulta sospechosa y Ma no tarda demasiado en sacar las garras en su desenfrenada búsqueda de “amiguitos del bosque”.

Casi por fórmula matemática podemos ver lo que sucederá en las siguientes escenas. Eso va aumentando conforme pasan los minutos para hacernos recordar todas las cintas de asesinos de jovencitos que hayamos visto donde los chicos protagonistas jamás reaccionan con ni siquiera un bajo porcentaje de malicia, una y otra vez caen en trampas a las que poco les faltaría para tener letreros en brillante neón rojo y focos seguidores que dijeran “peligro aquí”.

Los viejos desprecios
Sin una razón suficiente como para exculparla, conocemos el pasado terrible y bochornoso de Ma, víctima de horrendos compañeritos de clase. Y aunque creamos que efectivamente estuvieron lejos de ser simpáticos con ella, una vez más se nos refuerza la idea de que los adolescentes son muy poco brillantes ni intuitivos.

Sue Ann replica a la perfección cada una de las reglas del “no lo hagas” tanto que pareciera salida de una campaña de “cuídate a ti misma” y sin embargo no lo hace.

De esa forma se trata inútilmente de crear empatía por Ma pero… francamente la chica debió de empacar sus cosas y marcharse de ahí en cuanto terminara la preparatoria.

Pero si hubiera hecho eso, no habría película, ¿cierto? Entonces Sue Ann se dedica a rumiar su exclusión de la sociedad y a preparar su trampa, en la que su principal objetivo es proporcionar de regreso un poco de toda esta sicótica existencia que ha vivido. Por eso cuando Ben (Evans) entra de regreso a su vida sabemos que bueno… hay gato encerrado. (Un gato a lo mejor más grande de lo que el mismo guion nos explica)

Pintando por números… la trama continúa

Como es de esperarse, aunque uno de los personajes tenga dudas razonables de Ma y su comportamiento de “merodeador enfundado en uniforme veterinario” no recibe mucho apoyo de sus compañeros hasta que ya Ma esta más loca que una cabra.

El subsecuente comienzo del desenlace es la continuación de la ecuación de by the book, o “cómo escribir tramas de asesinatos juveniles perpetrados por una demente de edad madura”, ¡guía probada con instrucciones!

No hay nadie en todo el pueblo más letal que una dama que es asistente de una veterinaria y tiene fascinación por los escolares.

Tómate una selfie

Pero cuando ya las cosas se salen de control la psycho Ma ya nos ha mostrado que es capaz de matar con tanta sangre fría, que hasta el mismo Jason Voorhees aplaudiría entusiasmado. No solo eso, como buena fan de la belleza adolescente Ma, pide una sesión de selfies con sus víctimas (un movimiento nada inteligente, pero todo sea por el ego)

Danzón dedicado a…

Octavia. Sin ella la película sería una pérdida absoluta de tiempo. Octavia mantiene la acción y sus innumerables cambios de humor de simpática señora de la fiesta a asesina serial mantienen al espectador.

El elenco de chicos es el clásico pack de bonitos que adornan la pantalla, pero cuya suerte ya está echada desde que conocen a Ma. Juliette Lewis regresa como la madre “buena onda”, pero su papel es solo un colateral, queda desperdiciada al igual que Allison Janney, como la jefa insufrible de Ma.

Solamente esperamos el momento en el que le va a hacer pagar por sus desplantes, pero Janney es una magnífica actriz que podría haber dado mucho más a la trama. Igual quedan semi desperdiciados Evan y Burgess que, sin duda, tendrían que haber contado mucho más de la historia secreta de Ma.

Conclusión

Ma no descubre el hilo negro en cuanto a personajes ni originalidad en la historia se refiere, de hecho la trama deja abiertas demasiadas interrogantes sobre la cruenta historia de Ma, o sus fijaciones. La actuación de los jóvenes es ceñida por el estereotipo de carne de cañón de película slasher; pecadores, ingenuos y despreocupados aún cuando vean el peligro enfrente.

Los adultos de esa pequeña comunidad tan Wasp no son lo suficientemente explotados para desenmarañar el perturbado cerebro de Ma, y el segmento de “puedo no morir, aún con una herida contundente y sigo atacando a las víctimas con la fuerza de una loca poseída” es tan de cliché que da risa y el final… bueno… no puede ser más sobado.

Escrito por Fabián Quezada León
Cinemagavia
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