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Voto de Cinemagavia:
6
Terror. Fantástico. Aventuras Falso documental noruego que narra la historia de un grupo de estudiantes que trata de destapar una conspiración del gobierno que implica a Trolls gigantes que viven en Noruega. Lo que nos propone el film es que el gobierno noruego ha estado ocultando el hecho de que existe una población secreta de Trolls viviendo en cotos de caza en la zona del polo norte del país, manteniéndolos seguros y alejando la atención pública del lugar y la ... [+]
30 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Un found footage con troles

Un trol o troll es un ser mitológico que procede del folklore popular escandinavo y que, con los años, se ha ido trasladando y popularizando en culturas de todo el mundo a través de la literatura fantástica. Si en la serie de Netflix con co-producción noruega, Ragnarok, la mitología se ponía al servicio de un enfoque juvenil que mutaba con el cine de superhéroes, en Troll Hunter, nos adentramos en el cine de terror mediante el formato de un falso documental.

El found footage (metraje encontrado) es un subgénero del cine de género que se puso muy de moda a raíz del inesperado éxito mediático que obtuvo El proyecto de la bruja de Blair (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999). Durante la primera década del 2000, fueron innumerables las propuestas que se acogieron a este estilo de rodar. Eran rodajes rápidos que se realizaban fácilmente con medios escasos y poco dinero. Desde entonces, no han dejado de aparecer nuevas propuestas de este subgénero, pero su proliferación excesiva acabó por resultar agotadora y vista con recelo, ya que muchas de esas películas tenían una calidad ínfima.

Troll Hunter se realizó en 2010, un año donde hubo más de 20 películas found footage. Era la plena ebullición del subgénero, aprovechando el impulso que supuso la aparición de la franquicia de Paranormal Activity. No estamos ante una de las mejores películas de ese estilo, pero sí será recordada por significar el debut en solitario del cineasta André Øvredal, uno de los autores más prometedores del terror europeo actual.

*La cámara en mano y los efectos visuales

En su debut, Øvredal, aún se muestra tímidamente, sin augurar el talento para la puesta en escena que demostró en una de las mejores películas de terror recientes, La autopsia de Jane Doe (2016). En Troll Hunter, acaba engullido por la propia dinámica que tiene la narrativa visual del found footage. Hay demasiada cámara en mano mareante, una alarmante ausencia de desarrollo de personajes y muy poca capacidad para la sorpresa.

Sin embargo, sí que se adivinan algunas muestras de su talento en todas las secuencias en las que aparecen los trolls. Pese a tratarse de una película de bajo presupuesto, los efectos visuales son excelentes y no tienen nada que envidiar a algunos blockbusters. De hecho, me extraña que no se haya hecho aún un remake en Hollywood. Pero la película se acaba ahí. Más allá de esas espectaculares apariciones, todo lo demás es previsible, aburrido y contiene bastantes incongruencias argumentales.

*Algunas incongruencias argumentales

Una de las cosas más controvertidas en Troll Hunter es la manera en que aborda el cristianismo. Según la película, los trolls pueden advertir antes a las personas cristianas (como si la religión formase parte del ADN de la sangre). Lo que cuenta la mitología es casi lo contrario. El cristianismo y sus símbolos sirven a modo de protección y para ahuyentar la presencia de trolls, un efecto parecido al que obtendríamos luchando contra vampiros.

El otro aspecto que no «cuela» es la participación del Gobierno en la ocultación del secreto a la población. Tienen a un cazador a sueldo para acabar con ellos, cuando con más medios y efectivos militares podrían terminar mucho más rápido con esa amenaza. La excusa de la filmación (algo que suele suceder en este subgénero) tampoco convence. Demasiado fácil se lo ponen a unos estudiantes para captar imágenes que se supone son de alto secreto.

*Conclusión

Troll Hunter es un film de terror noruego escrito y dirigido por André Øvredal. Es un falso documental con formato de found footage (metraje encontrado). Parte de la original y absurda premisa de seguir las andanzas de unos estudiantes que graban a un cazador de trolls en las montañas noruegas.

Es un film de bajo presupuesto y con un guion bastante pobre. Los personajes no tienen ninguna evolución y la historia es muy previsible. Sin embargo, los efectos visuales son muy buenos y las escenas donde aparecen los trolls están muy conseguidas. No pasarás miedo, pero es una película curiosa que sirve para descubrir el talento de un prometedor director que ya esboza su talento en la escena de la cueva o en el resto de apariciones de los trolls. Si te gustan las pelis de metraje encontrado, satisfará tus expectativas. Si odias ese subgénero tan manido, mejor búscate otra.

Escrito por Daniel Farriol
Cinemagavia
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