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Voto de Cinemagavia:
7
Drama En un colegio coinciden al comienzo de curso dos niñas chinas de 9 años. Todo el mundo da por hecho que se harán amigas, pero absolutamente nada las une. Lucía es segunda generación de inmigrantes. Se siente absolutamente española y solo piensa en integrarse con el resto de sus amigas del colegio. Desearía tener unos padres “normales” como el resto de sus amigas, pero los suyos le avergüenzan constantemente porque no hablan español, ... [+]
6 de octubre de 2023
23 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Retrato generacional

Arantxa Echevarría realiza un retrato emotivo y cercano en Chinas sobre el complejo dilema de ser al mismo tiempo parte de la cultura del país en el que se desarrolla una persona y en la que se nace. Por tanto, propone un guion de gran calado, explorando las heridas que se forjan tanto en el ámbito familiar como en la construcción personal de cada uno. No es nada fácil lo que hace Echevarría, ya que retrata una realidad que, incluso para los que lo viven, es difícil explicar. Sin embargo, el film logra transmitirlo, completamente, dejando que la reflexión forja un poso lleno de humanidad en el espectador.

La elección de una cultura como la china permite ir más allá en su forma de relacionarse, yendo más allá del estereotipo y rompiéndolo absolutamente. Por ello, se agradecen este tipo de producciones que denuncian las situaciones racistas que todavía se siguen produciendo en la sociedad española. También se aplaude la evolución psicológica, social y personal que se produce tanto en las niñas como en la etapa adolescente. No obstante, hay partes donde las historias entrecruzadas no consiguen encajar como debieran, viéndose algo forzado. En consecuencia, hay alguna parte que se queda algo menos sólida, como el despido, pudiéndose haber encajado mejor para que tuviera más sentido dentro de la historia.

*La juventud se teje en dolores y celebraciones

Una de las principales virtudes de Chinas es la capacidad de otorgar auténtico costumbrismo a la historia mediante el trabajo interpretativo de su elenco. En primer lugar, Shiman Yang lidera con una interpretación exquisita, llevando la mayor parte del peso de la pieza, con una ternura muy especial. Se agradece que hayan sabido transmitir esa pureza ante la pantalla, siendo su parte pizpireta su mayor fuerte. Después, Ella Qiu pone su contrapunto, con ese carácter más cerrado. En su caso, consigue ser el contraste perfecto con Yang, formando las dos un combo que funciona tanto por el guion como en pantalla. Una decisión muy bien elegida, dado que hay una sinergia orgánica.

Xinxi Ye es el otro descubrimiento, dando vida a la hermana mayor de Lucía. Tiene un talento innato, se ve la naturalidad en todo momento, así como la capacidad de mantener la verosimilitud en escenas que exigen una labor más profunda. Por otro lado, entre los rostros conocidos, destaca una Leonor Watling contenida, que sabe como ir dejando pequeñas perlas en torno a su personaje para darle el mayor número de matices posible. Después, Pablo Molinero logra captar la atención de los espectadores sin tener una presencia prolongada, se agradecen este tipo de trabajos que saben como impresionar con poco tiempo ante la cámara. Por último, inmensa Carolina Yuste, una interpretación llena de sentimiento, fragilidad y verdad, dándole un espacio especial en la retina del espectador.

*Cotidianidad

La personalidad de Chinas está muy clara, Arantxa Echevarría sabe marcar un estilo personal que no sólo dignifique y retrate una realidad, sino que coloca la cámara de forma que haya esa conjunción entre lo más crudo y al mismo tiempo en el realismo mágico que otorga a algunas escenas. Esta combinación de estilos permite que no haya el abuso de una sola, aunque prime la búsqueda de poner en relieve al barrio y sus vidas. Por tanto, la dirección de fotografía recoge un realismo que se escenifica con planos muy dinámicos, haciendo hincapié también en exponer las emociones de los personajes. Por lo que, se conjugan aquellos primeros planos frente aquellos lugares comunes donde el espectador puede situar a los personajes.

La dirección artística ha bordado tanto los espacios que se tienen como referente en la cultura popular, como los famosos bazares o los botellones, frente a aquellos más personales como las casas de cada una de las protagonistas. Sin necesidad de mediar con palabras lo que se desea mostrar, se comprende el imaginario que se desea poner en relieve. Después, el color del film se mueve en una paleta que combina unos colores más cálidos, fomentando la cercanía con el espectador, ante la frialdad de tonos más oscuros y grisáceos en la parte urbana. Por otra parte, el ritmo del film no se estanca en ningun momento, sabiendo donde dar momentos de mayor dinamismo frente a aquellos que se necesitan reposar. El montaje consigue sacar partido al material que se extrae, facilitando la comprensión de las historias cruzadas.

*Conclusión

Chinas retrata a la perfección los dilemas de ser migrante por tus orígenes o tus facciones, a pesar de nacer o haber crecido desde muy pequeños en un país. La complejidad de esta reflexión logra llegar a muy buen puerto, siendo un referente de lo que puede sentirse. Además, el guion goza de profundidad y de partes realmente emotivas. El elenco actoral está estupendo, transmitiendo verdad en todo momento. Después, a nivel técnico, se agradece una coherencia artística en torno a la construcción de un imaginario y una identidad concreta. Ni de aquí, ni de allí, ese dilema llega en un retrato certero de la mano de una historia absolutamente exquisita.

Escrito por Diego Da Costa
Cinemagavia
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