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Voto de Cinemagavia:
7
6,2
34
Documental En un pueblo de Galicia, la familia de Pablo vive apegada a sus tradiciones y creencias. Habiendo vivido en el extranjero durante 20 años, regresa a la casa de su abuela para la temporada tradicional de elaboración del brandy y pinta un retrato cálido y tierno de su familia.
8 de mayo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Documental de reflexión autobiográfica

El primer largometraje del director gallego Pablo Lago está rodado en la zona rural costera de la provincia de Pontevedra, desarrollando un guion de la productora Diana Toucedo y del director. Es un documental que adopta la mirada de reflexión personal sobre el paso del tiempo, la vida y la muerte, centrado en su propia familia más directa. El enfoque autobiográfico con la voz en off de Pablo Lago narra su vuelta al pueblo donde creció, para después de años volver a ver la elaboración del orujo por los aguardenteros. Veinte personas entre familiares y convecinos configuran el reparto, centrándose el protagonismo en su abuela Alicia Alján, el aguardentero Santiago Eiroa y los padres del director, Manuel Lago y Rosa Dantas, más el acompañamiento hablado fuera de cámara de Pablo Lago Dantas.

Hay dos escenas simétricas al comienzo de la película y final de la misma en una habitación dormitorio, entre una persona tumbada y otra sentada que luego cambian sus posiciones, encuadrando el comienzo y final del largometraje. El argumento desarrolla diálogos a dos entre los cuatro protagonistas principales, aderezados con las reflexiones personales del narrador que ponen el contrapunto al guion. La dirección de fotografía y cámara está realizada también por el guionista y director de O auto das ánimas, con una estética naturalista que refleja muy bien el paisaje y entorno rural gallego, con colores apagados por la bruma y la climatología propia del lugar la mayor parte del año.

*Enfoque antropológico y existencial

El documental introduce el personaje del aguardentero Santi como hilo de acción en torno al cual vehicula el resto de los protagonistas, desde su llegada con los grandes alambiques de cobre hasta la fiesta final de la tradicional queimada. Entre medias lo más nutritivo y sabroso de O auto das ánimas son los permanentes diálogos reflexivos que abordan los temas del vivir diario junto a otros más existenciales. Aquí vemos como lo inmediato encaja bien con lo más trascendental, apreciando como el paso del tiempo y los años modulan los pensamientos y sentimientos de las personas.

Hay un cuidado enfoque y perspectiva antropológica en la mirada del documental, desde su localización rural complementada con ritos, canciones y paisajes de la Galicia más auténtica. Destacamos la banda sonora con detalles desde el teñir de las campanas de la iglesia cercana al pequeño cementerio rural, las imágenes brumosas del campo y las casas de gruesos muros de piedra, más los sonidos ambientales de la lluvia y los animales.

La imagen también es muy detallada en interiores y exteriores, enmarcando en pequeños planos la relación entre sus protagonistas, que luego el montaje de Juan Carrano naturaliza con su ritmo pausado. Todo ello sin descontextualizar la acción del entorno, con la referencia visual del paisaje ribereño con el fondo de la silueta ya característica del puente de Rande.

*El más allá…de la vida

O auto das ánimas está nutrido de muchos pequeños elementos cotidianos, que acaban configurando el cuerpo principal del documental desde su mirada caleidoscópica. Cosas sencillas como una partida de cartas, la recogida de la fruta, la visita a los familiares en el cementerio, los preparativos para la elaboración del aguardiente, las canciones tradicionales en grupo y los “conxuros” de la queimada. Todo ello ayuda a conocer y situarnos en la intimidad de la vida sencilla pero profunda de los protagonistas, que se muestran y son retratados tal cual, sin ocultaciones y con total transparencia.

A través de sus diálogos y las reflexiones de fondo del narrador, nieto de la abuela Alicia, se contrastan las experiencias y vivencias personales. Hay un tono melancólico que flota a lo largo del documental, que continuamente reposa sobre las percepciones del paso de la vida, siendo asumido por los protagonistas con realismo y aceptación. También hay tiempo para disfrutar con las viñas y los vinos Albariño y Godello entre otros, para dibujar y pintar sencillas escenas cercanas, cantar alegres la maruxiña u otros temas, además de beber en tazones de barro la queimada.

Es por ello una película con varias caras, desde la más profunda y reflexiva hasta la más hedonista y natural del deseo y el goce sensorial. O auto das ánimas ofrece a sus espectadores un viaje espiritual continuo desde la cotidianeidad que precisa paladear con calma cada plano y cada diálogo.

*Conclusión

O auto das ánimas es un viaje íntimo y personal del guionista, cámara y director gallego Pablo Lago Antas, que vuelve a su pequeña aldea rural pontevedresa para ver familiares y vecinos. A través de la elaboración del licor casero del orujo por los aguardenteros para la posterior celebración de la tradicional queimada el narrador fuera de cámara, vuelve a recuerdos de su infancia y reflexiona sobre su vida.

Los diálogos de los protagonistas principales hablan de lo cotidiano pero también de lo profundo del paso de la vida y el tiempo. Con un enfoque antropológico hay tiempo para disfrutar y pensar, desde lo más cotidiano y sencillo hasta lo más subjetivo y trascendental.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez
Cinemagavia
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