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Voto de Cinemagavia:
7
Terror Con un enorme huracán de categoría 5 descargando sobre Florida, la joven Haley (Kaya Scodelario) desoye las órdenes de evacuación para buscar a su padre (Barry Pepper), que ha desaparecido. Tras encontrarle herido en el entresuelo de su casa, los dos quedan atrapados acechados por enormes caimanes y por una inundación que cubre rápidamente el terreno. (FILMAFFINITY)
18 de agosto de 2019
15 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Los monstruos del verano

Si el año pasado por estas fechas Jason Statham tuvo que enfrentarse al Megalodón y surcar las aguas del océano para darle caza, este verano nos quedamos en tierra. Para ser más exactos, en Florida, donde los dos protagonistas de Infierno bajo el agua harán lo imposible por esquivar las fauces de caimanes sedientos de sangre.

El francés Alexandre Aja, director de esta «creature feature», está muy familiarizado tanto con el cine de terror como con rodajes bajo el agua. El salto al otro lado del charco, hasta llegar a Hollywood, lo dio con Las colinas tienen ojos en 2006. Cuatro años después nos trajo Piraña 3D. Sin embargo, fue su trabajo en Alta tensión (2003) lo que llamó la atención de Sam Raimi, uno de los coproductores de Infierno bajo el agua. Ahora, el director de Spiderman ha unido fuerzas con Aja para traernos una película de bajo presupuesto con un altísimo nivel de tensión.

*El trío protagonista

Si al mando de Infierno bajo el agua están un francés y un norteamericano, son una británica y un canadiense los encargados de dar vida a los dos protagonistas. Kaya Scodelario, a la que hemos visto en la saga de El corredor del laberinto, interpreta a Haley, la heroína. Con su fuerza y sobriedad, la actriz confirma que está aquí para quedarse. Barry Pepper, al que conocemos muy bien por sus grandes papeles como secundario en La última hora o Salvar al soldado Ryan, interpreta al padre de la protagonista. Una vez más, Pepper nos recuerda por qué da gusto verle en pantalla. Tiene una facilidad envidiable para resultar convincente. Poco importa lo inverosímiles que son las situaciones a las que se enfrenta su personaje.

Ambos intérpretes se aferran a la vida con uñas y dientes y consiguen transmitir el sufrimiento de un rodaje pasado por agua. Para complicar un poco las cosas, les acompaña en esta tortuosa experiencia una perrita que enamorará a los espectadores y les obligará a hacerse la pregunta del millón esperando que la respuesta sea «no»: ¿será devorada por los caimanes?

*Imposibles

Como es costumbre en películas del género, Infierno bajo el agua está cargada de situaciones imposibles que nos llevan a poner los ojos en blanco. Entre medias, hay escenas que nos obligan a contenernos para no gritar a la pantalla lo estúpidas que son las decisiones de los protagonistas. Y, para ponernos en nuestro sitio, también hay muchos sustos. Eso sí, después de cada salto que damos, nos planteamos qué tipo de caimanes acechan a los protagonistas. ¿Hambrientos? Seguro. ¿Calculadores? Más que seguro. ¿Malvados? Segurísimo.

Además, entre mordisco y mordisco, padre e hija tienen también tiempo para hablar acerca del pasado, del presente y del futuro, que se vuelve más y más incierto a medida que aumenta el número de caimanes a su alrededor. Es así como Infierno bajo el agua se convierte en una montaña rusa de agua en plena oscuridad.

*Conclusión

Infierno bajo el agua cumple de sobra su cometido como película veraniega cargada de sustos. No quitará el sueño a nadie pero a alguno que otro le hará replantearse eso de darse un chapuzón en cualquier sitio que no sea una piscina. ¿Por qué insistirán en estrenar estas películas en pleno verano?

Escrito por Esther Alvarado
Cinemagavia
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