Puntuación: 8,5

Las distancias y el adiós a los amigos de la universidad
Muchos de nosotros crecimos con películas de las décadas de los 80 y de los 90 que nos enseñaron que las amistades eran para siempre. Pasaron los años y perdimos a los amigos de la infancia. Por suerte, ganamos a los de la facultad. Y llegados los treinta volvimos a darnos la hostia al ver que los amigos de los veinte ya no son lo que eran y que “el grupo” ya no lo volverá a ser.

Las Distancias habla de “ese” momento en que te das cuenta que esos amigos ya no lo son, que cada uno tiene su vida y que nadie está dispuesto a dejar entrar en ella al resto.

Las distancias y la crisis de los 30

Elena Trapé, Miguel Ibañez Monroy y Josan Hatero han escrito un guion que refleja a la perfección ese momento tan duro pero necesario, al presentar personajes y situaciones en las que de un modo u otro te sientes identificado.

Las Distancias es un retrato lúcido de la crisis de los 30 que habla de la pérdida de las amistades de la universidad, así como los efectos de la crisis económica en las personas de mediana edad, o el hecho de darte cuenta de no saber quién eres a pesar de tener treinta y muchos años. A estos temas se unen otros como encontrar pareja en tiempos del Tinder o cuestionar el machismo de tus amigos. Todo esto hace de Las Distancias una película generacional muy unida al contexto económico y social actual.

Una dirección y reparto en estado de gracia

Tras ver Las Distancias lo primero que pensé es por qué no tenemos más directoras de cine en España. El trabajo realizado por Elena Trapé es sobresaliente, y es un buen motivo para reivindicar una mayor presencia de las mujeres en la dirección cinematográfica.

La dirección y la elección del gris de Berlín como trasfondo convierten a Las Distancias en una obra intimista que la diferencia del cine imperante en España gobernado por comedias y thrillers. Algo que se agradece y que hace de Las Distancias una película de obligada visión.

En cuanto a las actuaciones, todas las miradas se centrarán en la interpretación de Alexandra Jiménez, una de las mejores de su carrera, por no decir la mejor. No por ello puedo dejar de mencionar el magnífico trabajo realizado por el resto del reparto, en especial el de Isak Férriz. Es más, algunos de los momentos que mejor funcionan en la película se dan cuando hablan en catalán, gracias a la naturalidad y la fluidez con la que se desenvuelven los actores.

Conclusión

Las Distancias es para un servidor una de las mejores películas españolas del año. Es un retrato generacional con una elección musical que apela a la nostalgia y que será adorado por aquellas personas que están en la treintena o la acaban de pasar.

Escrito por Otto Buendía
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