-La trama se sostiene de forma frágil. El guaperas (Christensen) dice que no quiere volver a la cárcel jamás. Pero se deja meter en una banda de criminales del tres al cuarto. Y se ve venir de lejos, ojo! Vamos, es que si el cuento de los negros y de su hermano le cuela, realmente es que es un panoli.
-Por qué no se chiva? lo tiene facil. Las motivaciones son flojas. Pero bueno...es un clásico en las películas de acción. Siempre hay una disculpa para hacer el mal, y siempre hay una disculpa para hacer el bien. A veces, esas disculpas son una caca , como en este caso. El personaje de Christensen no hay por donde cogerlo. ¿Por qué no se lo cuenta a su novia? ¿Por qué no se chiva a la policia e intenta ayudar a que cojan a los de la banda? Si realmente no quiere ser un bandido.....o a lo mejor si? diablos....
-La escena de la borrachera es la tontería más grande. Me emborracho y a la mañana siguiente soy un megacriminal. Perdona???
-Los tiroteos de la policia son de traca. Con rehenes dentro del banco, sin rehenes, disparos a muerte, ajusticiamientos (la muerte del malo es un ensañamiento con mayúsculas por parte de los polis). Lo mejor es disparar por las calles....a lo loco, y sin mirar.


Me quedo con los efectos. Visualmente está trabajada. Y con Adrien Brody, que aunque no me resulta convincente de tipo duro, la realidad es que se lo curra.