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Voto de davilochi:
10
8,2
19.915
Drama
En el año 1901, en una finca del norte de Italia, nacen el mismo día el hijo de un terrateniente y el hijo de un bracero que serán amigos inseparables, aunque su relación se verá nublada por sus diferentes actitudes frente al fascismo. Drama que hace un complejo recorrido político y social por la Italia del siglo XX. (FILMAFFINITY)
12 de marzo de 2010
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay lugar a dudas. Esta es una de las mejores películas que he visto nunca y seguramente esta percepción durará en mí para siempre. Han sido cinco horas de las mejor invertidas cinematográficamente desde que me intereso por el cine y, al mismo tiempo, un documento gráfico imprescindible para todo aquel que se interese por la Historia del convulso siglo XX en Europa.
La película lleva a cabo un análisis inductivo, ya que comienza con unas escenas del día de la Liberación en las que los campesinos aparecen tomando represalias contra gentes de las clases altas mientras tratan de huir. La explicación del fenómeno histórico de la depuración y las represalias populares contra los antiguos dirigentes fascistas y las clases dominantes ha resultado de gran importancia en muchos lugares de Europa como en Italia, donde a lo largo de 1945, la Resistencia ejecutó a entre 10.000 y 15.000 personas. Bertolucci trata de explicar cómo se llegó aquí centrándose en la relación dialéctica que mantienen Alfredo, el futuro heredero de un gran terrateniente, y Olmo, el hijo bastardo de una campesina.
A lo largo del film observamos las difíciles condiciones de vida de los campesinos (de hecho no se alegran por el nacimiento del nieto del patrón a pesar de que éste les da fiesta y los invita a beber. Para ellos éste constituye la certeza de que sus sufrimientos continuarán en el futuro, transmitidos hereditariamente) y muchos de sus preocupaciones. Una de ellas es el problema de la mecanización de la agricultura que los campesinos consideran una amenaza, ya que ésta reduce la necesidad de mano de obra ("Este cacharro tiene los dientes como una hiena" dirá uno de ellos). Más adelante el fascismo presentará la modernidad de las máquinas como un beneficio promovido por el régimen.
Los jóvenes son educados en un contexto de violencia donde, además, las armas son percibidas como un juego (de hecho así lo ven las clases altas, donde la caza es un deporte). Se educa a golpes y con una gran autoridad (hay escenas donde Alfredo senior sale pegándole patadas en el trasero a Giovanni, su hijo, y éste a Alfredo junior, muy significativo). Esto ayudaría a entender un poco la aceptación de la violencia en la lucha político-social más adelante, unido al desprecio que las élites sienten por los campesinos, a los que perciben como una amenaza potencial y como a seres inferiores ("escoria", "vergüenza de Italia", "mierda", "paletos"). Esto legitimará el uso de la fuerza más adelante, cuando se pongan en manos de los "squadristi" fascistas (de hecho Giovanni considera que "La huelga es una arbitrariedad intolerable", "A la violencia responderemos con violencia").
La película lleva a cabo un análisis inductivo, ya que comienza con unas escenas del día de la Liberación en las que los campesinos aparecen tomando represalias contra gentes de las clases altas mientras tratan de huir. La explicación del fenómeno histórico de la depuración y las represalias populares contra los antiguos dirigentes fascistas y las clases dominantes ha resultado de gran importancia en muchos lugares de Europa como en Italia, donde a lo largo de 1945, la Resistencia ejecutó a entre 10.000 y 15.000 personas. Bertolucci trata de explicar cómo se llegó aquí centrándose en la relación dialéctica que mantienen Alfredo, el futuro heredero de un gran terrateniente, y Olmo, el hijo bastardo de una campesina.
A lo largo del film observamos las difíciles condiciones de vida de los campesinos (de hecho no se alegran por el nacimiento del nieto del patrón a pesar de que éste les da fiesta y los invita a beber. Para ellos éste constituye la certeza de que sus sufrimientos continuarán en el futuro, transmitidos hereditariamente) y muchos de sus preocupaciones. Una de ellas es el problema de la mecanización de la agricultura que los campesinos consideran una amenaza, ya que ésta reduce la necesidad de mano de obra ("Este cacharro tiene los dientes como una hiena" dirá uno de ellos). Más adelante el fascismo presentará la modernidad de las máquinas como un beneficio promovido por el régimen.
Los jóvenes son educados en un contexto de violencia donde, además, las armas son percibidas como un juego (de hecho así lo ven las clases altas, donde la caza es un deporte). Se educa a golpes y con una gran autoridad (hay escenas donde Alfredo senior sale pegándole patadas en el trasero a Giovanni, su hijo, y éste a Alfredo junior, muy significativo). Esto ayudaría a entender un poco la aceptación de la violencia en la lucha político-social más adelante, unido al desprecio que las élites sienten por los campesinos, a los que perciben como una amenaza potencial y como a seres inferiores ("escoria", "vergüenza de Italia", "mierda", "paletos"). Esto legitimará el uso de la fuerza más adelante, cuando se pongan en manos de los "squadristi" fascistas (de hecho Giovanni considera que "La huelga es una arbitrariedad intolerable", "A la violencia responderemos con violencia").
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Es interesante ver la progresiva toma de conciencia de clase de los campesinos, la aparición de marcos de referencia y de toda una cultura política. Vemos en acción el Socorro Rojo que apoya el esfuerzo huelguista mandando a los hijos de los campesinos del campo a la ciudad. También vemos un teatro de titiriteros que se encarga de adoctrinarlos mediante representaciones ("La tierra es para quien la trabaja" dirán las marionetas). El Estado no es percibido como un ente benefactor, sino que más bien sería visto como un protector de las elites que sólo se relaciona con los campesinos para mandarlos a la guerra o sancionar el orden mediante el uso de la represión.
La película nos deja ver también los enormes traumas causados por la Primera Guerra Mundial: refugiados, como Anita; mecanización para sustituir a los hombres en la guerra; no respeto de los contratos firmados con los aparceros; marginación de los sindicados ("Nos echan por que somos campesinos. Esa asquerosa ley siempre protege a los patronos"); etc. Todo esto empieza a producir un grado de politización y un aumento de la lucha sindical entre los campesinos. Éstos conseguirán cada vez más triunfos y las elites comenzarán a sentirse amenazadas, abandonadas por el Estado ("¿Es así como nos protegéis?" le dice un terrateniente a un miembro de la Guardia Real que se retira ante la resistencia campesina). Esto será lo que les llevará a tomarse la justicia y la ley por su mano usando todo lo que tienen: dinero y el apoyo legitimador de la Iglesia. Ellos financiarán a los fascistas para que con su violencia desarticularan el movimiento socialista (queman la casa del pueblo donde los campesinos eran educados e iban a leer la prensa), fomentando así el mantenimiento del orden. Y así subirá el fascismo al poder, con la connivencia de las clases dominantes tradicionales. Esto será lo que Ada y Olmo echarán siempre en cara a Alfredo, mantener su silencio ante la injusticia sancionando así los métodos fascistas, incapaz de reaccionar ante una fuerza que parece superior a él. Mientras tanto los campesinos se verán sumidos en un largo periodo de represión condenados al más absoluto silencio y a la arbitrariedad del fascismo que no duda en asesinar para mantener el orden tradicional (El fascista, representado en la figura de Atila, es representado como leal y servicial, fanático y acomplejado, incluso sádico. Sin embargo se ven a sí mismos como cruzados. "Con la camisa negra todos son iguales", una frase que representaría la homogeneidad y la inmunidad proporcionada por el uniforme). De modo que la violencia que vemos al final de la película está en relación con los sufrimientos y el resentimiento acumulados durante veinte años de dictadura.
La película nos deja ver también los enormes traumas causados por la Primera Guerra Mundial: refugiados, como Anita; mecanización para sustituir a los hombres en la guerra; no respeto de los contratos firmados con los aparceros; marginación de los sindicados ("Nos echan por que somos campesinos. Esa asquerosa ley siempre protege a los patronos"); etc. Todo esto empieza a producir un grado de politización y un aumento de la lucha sindical entre los campesinos. Éstos conseguirán cada vez más triunfos y las elites comenzarán a sentirse amenazadas, abandonadas por el Estado ("¿Es así como nos protegéis?" le dice un terrateniente a un miembro de la Guardia Real que se retira ante la resistencia campesina). Esto será lo que les llevará a tomarse la justicia y la ley por su mano usando todo lo que tienen: dinero y el apoyo legitimador de la Iglesia. Ellos financiarán a los fascistas para que con su violencia desarticularan el movimiento socialista (queman la casa del pueblo donde los campesinos eran educados e iban a leer la prensa), fomentando así el mantenimiento del orden. Y así subirá el fascismo al poder, con la connivencia de las clases dominantes tradicionales. Esto será lo que Ada y Olmo echarán siempre en cara a Alfredo, mantener su silencio ante la injusticia sancionando así los métodos fascistas, incapaz de reaccionar ante una fuerza que parece superior a él. Mientras tanto los campesinos se verán sumidos en un largo periodo de represión condenados al más absoluto silencio y a la arbitrariedad del fascismo que no duda en asesinar para mantener el orden tradicional (El fascista, representado en la figura de Atila, es representado como leal y servicial, fanático y acomplejado, incluso sádico. Sin embargo se ven a sí mismos como cruzados. "Con la camisa negra todos son iguales", una frase que representaría la homogeneidad y la inmunidad proporcionada por el uniforme). De modo que la violencia que vemos al final de la película está en relación con los sufrimientos y el resentimiento acumulados durante veinte años de dictadura.