Siempre me han gustado este tipo de películas que te pueden llegar a llevar a la piel del protagonista. ¿Seríamos capaz de albergar, nosotros, personas "normales, la necesidad de matar bajo ciertas circunstancias? Yo, estudiante de Historia, siempre me he sentido muy interesado respecto a cómo una persona aparentemente normal puede llegar a asumir para sí el rol de un verdugo o un asesino, como puede llegar a autojustificar esta visión de la vida y llevarla a cabo. Este excelente y escalofriante trabajo de Kubrick nos lleva a los rincones que más tememos de nuestra mente, juega con los hilos de nuestros sentimientos más ocultos hasta doler. Es un clásico imprescindible con una Jack Nicholson inmenso, insuperable.