La primera película fue bastante cuestionable en ciertos aspectos por ser una película de romance o por no cumplir como película erótica, pero no se podía esperar mucho al tratarse de la primera parte de la trilogía y solo sirvió como introducción. Esta segunda parte tiene casi los mismos fallos que la primera, pero hay que admitir que es mejor. Quizás haber cambiado a la directora de la película anterior por el director del clásico At Close Range y hasta haber involucrado a la autora de la novela en la producción fue un acierto.

La película tiene unas pocas mejoras tanto en la historia como en el guion y en el desarrollo de Christian. Muchos han criticado a Christian por las intenciones que tenía con Anastasia en la entrega anterior, pero esta película deja en claro que se trata de alguien con un duro pasado que lo dejo psicológicamente dañado. Siempre se dice que las personas que tienen un daño psicológico que descargan sobre sus parejas siempre usan el trauma para justificar sus acciones. Aunque en parte es cierto, hay hombres que tenemos toda la justa razón en hacer eso porque necesitamos satisfacer lo que sentimos aunque sea con alguien cercano. Christian actúa como si quisiera cambiar, pero la realidad es que los hombres como él no cambiamos, solo nos adaptamos al nuevo entorno que nos ofrece una relación. Se puede notar que Anastasia también se adapta a los gustos de Christian, por más que actúe como una mujer que no quiere ser sumisa. Lo cierto es que en una relación ninguno puede cambiar aunque lo parezca, lo único que hacen es adaptarse al entorno del otro y solo el tiempo decide cuanto va a durar eso.

Algunos pueden pensar que Christian realmente ama a Anastasia y otros pensaran que solo quiere poseerla. Lo cierto es que Anastasia le ofrece afecto y amor a Christian a pesar de sus gustos. La realidad es que los hombres que podemos parecer fríos, duros, perversos o unos monstruos realmente necesitamos afecto, incluso aquellos que somos incapaces de amar o sentir afecto. Anastasia hace lo correcto en entregarse a Christian porque lo que ella siente por él lo ayuda sanar. Ella también hace lo correcto en adaptarse a los gustos de Christian porque si realmente amas a alguien, debes aceptarlo tal y como es por más que sea alguien perverso o psicológicamente inestable. Sin olvidar que satisfacer sus gustos, sin cuestionarlo, también debería ser ley. Esta es sin duda la historia de romance que las chicas de hoy necesitan para darle a gente como Christian Grey ese afecto (y mascota sumisa) que tanto necesitan.

Las escenas eróticas también son cortas y limitadas, pero se sienten mejores que las que había en la película anterior. Aquí son un poco más creíbles y de haber habido más, esta película quizás pudo haber estado cerca de ser lo que la película anterior no fue. Aún había más cosas que podrían haber mejorado bastante esta película, como el caso de Leila, que ofrece una cierta intriga. Este personaje sin duda hubiera aportado mucho y es una pena que también la hayan limitado.

Fifty Shades Darker es una mejora que ofrece un poco más que la primera película, compensa el débil inicio de la trilogía con un mejor acercamiento a la relación de los protagonistas y es una película romántica que hace lo correcto en enseñar que los hombres como Christian Grey tienen un lado humano que necesita ser vista, comprendida y aceptada con un corazón que les ofrezca aquello que nunca tuvieron. Algo que ningún terapeuta jamás será capaz de ofrecer. Mi calificación final para esta película es un 8/10.