Cuando vi esta película por primera vez siendo un niño, me dio tanto terror que no me atreví a ver el último segmento y el final, pero después de casi 20 años y ponerme a investigar sobre la filmografía de Vincent Prince, me tome la molestia de verla hasta el final. Se trata de una de esas películas de terror ochenteras que nos hace acordar que había películas de terror buenas e interesantes en aquella época cuando solo había efectos prácticos y nada de CGI. Esta fue la última película de terror de Vincent Price ya que poco tiempo después se despidió del público con su aparición en la película The Heart Of Justice sin antes grabar unos diálogos para la película animada The Thief and the Cobbler. No hay mucho más que decir excepto que esta película es buena y vale la pena verla para recordar lo que era el terror en los ochenta. Mi calificación para esta película es un 9/10.