Tras un comienzo prometedor la película se queda en ello. Los cambios de actitud de Tetro hacia su hermano Bennie no quedan bien definidos y hacen sospechar desde el principio todo el hilo argumental del film. Una multitud de personajes caricaturizados a medio esbozo quedan aplastados por Alone, la cual parece mal extrapolada de una película de Almodóvar e incrustada a destiempo en la Patagonia. La figura del padre, gran hombre castrante, es quizás el único personaje que despierta curiosidad.

La catarsis llega sin ningún interés a un espectador que ya conoce el conflicto, y el desenlace se presenta blando y fácilmente olvidable.

Lo mejor: por un lado, Coppola nos presenta al joven y desconocido Alden Ehrenreich (como hiciera en su día con sus “Outsaiders”) al que sin duda veremos de aquí en delante en multitud de producciones. Por otro, una fotografía cuidada en exceso en la mayor parte de la película. Pero ojo las trasparencias y fotomontajes no llegan a ser más brillantes que en “La ley de la calle”.

Lo peor: que posiblemente “Tetro” gane con el tiempo y se convierta en una película de culto como sucedió con “Corazonada”