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Voto de Howlett:
1.219
Comedia
Adaptación de una novela de Chris Millis, que presenta a un hombre que se encuentra en situaciones muy extrañas y que vive junto a unos vecinos muy raros. (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, a lo bestia. ¿Por qué?, porque sí. Ya que la película es “extraña”, pues mi crítica también. La película te engaña desde principio, con los créditos, porque ves nombres que te suenan y piensas “leches, si trabaja fulanito, le da esperanzas”…..pues no. Olvidaos de que esa influencia valga para algo.
La película es mala, tanto por el guión como por el desarrollo. Es la típica en la sólo existen locos, imbéciles, drogas, libertinaje, suerte y mucha mucha mucha casualidad.. No hay ni uno con un mínimo de luces. Y no me lo creo (o al menos no quiero creérmelo). Ni los tontos son tan listos, ni la policía es tan tonta.
Eso sí, con la excusa de que sobre gustos no hay nada escrito, todo vale.
Ok, entonces imaginemos a alguien que coge el perfume de quien ama, lo abre, lo vierte cariñosamente encima de una enorme mierda humeante de caballo recién fabricada, y te dice que eso es bonito porque a él le gusta. Seguro que la persona que esté presente pensará: “Todo lo que tú quieras, pero lo del fondo es una mierda”
El conjunto de historias de los personajes, los actores e incluso la fotografía son buenos por separado. Pero unirlos de la manera tan chorra, tan absurda, tan ilógica, tan “por casualidad”, y jugando tantísimo con el factor suerte, da hasta asco.
El prota-tonto que tiene tanta suerte que si se tirase en un pajar de agujas, no se pincha.
El poli-renegado-con trasfondo que haciendo su trabajo, es más lento que pelar un coco con los ojos.
El vecino-eterno enfadado con el prota, que le molesta por respirar, pero luego no aprovecha la gran oportunidad.
El vecino-drogado-filosofo que está ahí, pero no está.
La película es mala, tanto por el guión como por el desarrollo. Es la típica en la sólo existen locos, imbéciles, drogas, libertinaje, suerte y mucha mucha mucha casualidad.. No hay ni uno con un mínimo de luces. Y no me lo creo (o al menos no quiero creérmelo). Ni los tontos son tan listos, ni la policía es tan tonta.
Eso sí, con la excusa de que sobre gustos no hay nada escrito, todo vale.
Ok, entonces imaginemos a alguien que coge el perfume de quien ama, lo abre, lo vierte cariñosamente encima de una enorme mierda humeante de caballo recién fabricada, y te dice que eso es bonito porque a él le gusta. Seguro que la persona que esté presente pensará: “Todo lo que tú quieras, pero lo del fondo es una mierda”
El conjunto de historias de los personajes, los actores e incluso la fotografía son buenos por separado. Pero unirlos de la manera tan chorra, tan absurda, tan ilógica, tan “por casualidad”, y jugando tantísimo con el factor suerte, da hasta asco.
El prota-tonto que tiene tanta suerte que si se tirase en un pajar de agujas, no se pincha.
El poli-renegado-con trasfondo que haciendo su trabajo, es más lento que pelar un coco con los ojos.
El vecino-eterno enfadado con el prota, que le molesta por respirar, pero luego no aprovecha la gran oportunidad.
El vecino-drogado-filosofo que está ahí, pero no está.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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